¿Qué es una vejiga atónica?
Una vejiga atónica, a veces llamada vejiga flácida o contráctil, se refiere a una vejiga cuyos músculos no se contraen por completo. Esto dificulta orinar.
Por lo general, cuando la vejiga se llena de orina y se estira, envía dos señales a la médula espinal:
- una señal sensorial que le da ganas de orinar
- una señal motora que hace que los músculos de la vejiga se contraigan
Alguien con vejiga atónica puede sentir que necesita orinar, pero no puede hacerlo porque los músculos de la vejiga no se contraen. Como resultado, su vejiga puede desbordarse de orina, causando pérdidas y malestar.
Siga leyendo para obtener más información sobre las vejigas atónicas y cómo se tratan.
¿Cuáles son los síntomas de la vejiga atónica?
El síntoma principal de una vejiga atónica es la orina que se derrama fuera de la vejiga. Esto se conoce como incontinencia por rebosamiento. Cuando esto sucede, con frecuencia pierde orina, pero la vejiga nunca se vacía por completo.
Tener la vejiga constantemente llena también puede causar molestias. Sin embargo, dependiendo de la causa subyacente, algunas personas con vejiga atónica no tienen mucha sensibilidad en la pared de la vejiga.
¿Qué causa una vejiga atónica?
Varias cosas pueden causar una vejiga atónica, incluidas afecciones neurológicas, lesiones u obstrucción.
Condiciones neurologicas
Cualquier afección que dañe los nervios sensoriales locales desde la vejiga hasta la médula espinal puede causar una vejiga atónica. Esto generalmente involucra una enfermedad que destruye la parte inferior de la médula espinal o los nervios que provienen de ella.
Algunas afecciones que pueden causar una vejiga atónica incluyen:
- espina bífida
- neuropatía diabética
- esclerosis múltiple
Lesión
Las lesiones en la pared de la vejiga o la médula espinal también pueden resultar en una vejiga atónica. Estos pueden ser el resultado de muchas cosas, que incluyen:
- lesiones traumáticas, como una fuerte caída o colisión
- parto vaginal largo o difícil
- cirugía pélvica
Obstrucción
Cualquier tipo de bloqueo u obstrucción en la vejiga también puede dificultar la contracción de la vejiga. Cuando esto sucede, la orina no puede salir de su vejiga, incluso cuando su vejiga se contrae.
Cuando esto sucede repetidamente durante un período prolongado, puede estirar los músculos de la vejiga, lo que dificulta que la vejiga sienta cuándo está llena.
Algunas causas comunes de obstrucción de la vejiga incluyen:
- agrandamiento de la próstata
- tumor pélvico
- estenosis uretral
¿Cómo se diagnostica la vejiga atónica?
Si cree que puede tener vejiga atónica, programe una cita con su médico. Hay varias pruebas que pueden hacer para diagnosticar una vejiga atónica, que incluyen:
- Cistometrograma. Esta prueba muestra el tamaño de su vejiga, cuánta presión puede producir su pared muscular y qué tan bien se vacía. Las vejigas atónicas son más grandes y no producen mucha presión.
- Electromiograma. Esto evalúa el tono muscular de la vejiga y su capacidad para contraerse. Una vejiga atónica tendrá poco o ningún tono o capacidad para contraerse.
- Ultrasonido. Esta prueba por imágenes mostrará la cantidad de orina que queda en la vejiga después de intentar orinar. Una vejiga atónica aún tendrá una gran cantidad de orina.
- Resonancia magnética pélvica. Esta prueba de diagnóstico por imágenes puede ayudar a su médico a detectar cualquier daño en la médula espinal o en los nervios cercanos.
¿Cómo se trata la vejiga atónica?
En la mayoría de los casos, no existe cura para la vejiga atónica. En cambio, el tratamiento se centra en eliminar la orina de la vejiga de otras formas para evitar complicaciones.
Tratamiento no quirúrgico
Su médico podría sugerirle que le inserte un catéter. Este es un tubo flexible que se introduce en la vejiga para expulsar la orina. Deberá usar un catéter de cuatro a ocho veces al día. Su médico puede mostrarle cómo hacerlo por su cuenta en casa.
Además, ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir la cantidad de orina que produce. Por ejemplo, evitar las bebidas carbonatadas y el café puede reducir la cantidad de veces que necesita insertar un catéter a lo largo del día.
También puede intentar usar ropa interior absorbente para ayudar a controlar la incontinencia por rebosamiento.
Tratamiento quirúrgico
Si otros tratamientos no funcionan o no puede usar un catéter, su médico podría recomendarle un tratamiento quirúrgico, que incluye:
- Catéter suprapúbico. Este es un catéter permanente que atraviesa su piel y llega hasta la vejiga. Se adjunta a una bolsa que debe vaciarse con regularidad.
- Derivación urinaria. Este procedimiento crea un nuevo camino para que la orina salga de su cuerpo. Se redirige para que salga a través de un orificio en el abdomen hacia una bolsa que deberá vaciar según sea necesario.
- Cistoplastia. Este procedimiento usa tejido circundante para agrandar su vejiga. Esto permite que su vejiga retenga más orina, lo que significa que no tendrá que insertar un catéter con tanta frecuencia. También puede ayudar a reducir la incontinencia por rebosamiento.
¿Puede causar alguna complicación?
Si no se trata, una vejiga atónica puede causar varias complicaciones. Todo esto se debe a una acumulación de orina estancada, que puede albergar muchas bacterias con el tiempo.
Las posibles complicaciones de una vejiga atónica no tratada incluyen:
- infecciones de la vejiga
- infecciones renales
- daño renal debido a que la orina se acumula en ellos
- insuficiencia renal
¿Cuál es la perspectiva?
Tener una vejiga atónica puede ser incómodo, especialmente porque no tiene cura. Sin embargo, su médico puede ayudarlo a controlar la afección y vaciar su vejiga. Si bien puede llevar algún tiempo acostumbrarse, muchas personas encuentran que el autocateterismo se vuelve mucho más fácil con el tiempo. Si no puede seguir usando un catéter, hable con su médico sobre las opciones de tratamiento quirúrgico.