El trastorno bipolar es una afección de por vida, por lo que requiere un tratamiento de por vida, incluso cuando la persona afectada se siente bien. El tratamiento suele estar dirigido por un psiquiatra u otro profesional de la salud mental capacitado en el tratamiento del trastorno bipolar. El tratamiento puede incluir una combinación de medicamentos, terapia y otros tratamientos que puedan ser necesarios, como la rehabilitación por abuso de sustancias.
Los psiquiatras suelen recomendar medicamentos como tratamiento inicial para equilibrar los estados de ánimo y controlar los síntomas lo más rápido posible. Una vez que los síntomas están bajo control, se necesita un tratamiento de mantenimiento para controlar el trastorno bipolar a largo plazo. El tratamiento de mantenimiento es muy importante; sin él, el riesgo de recaída es mayor y existe una mayor probabilidad de que los cambios de humor menores se conviertan en una manía o depresión en toda regla.