Su médico puede recomendar una prueba de análisis de factor VIII para determinar si su cuerpo produce un nivel apropiado de este factor de coagulación en particular. Su cuerpo necesita factor VIII para formar coágulos de sangre.
Cada vez que sangra, desencadena una serie de reacciones conocidas como la "cascada de la coagulación". La coagulación es parte del proceso que usa su cuerpo para detener la pérdida de sangre.
Las células llamadas plaquetas crean un tapón para cubrir el tejido dañado y luego ciertos tipos de factores de coagulación de su cuerpo interactúan para producir un coágulo de sangre. Los niveles bajos de plaquetas o cualquiera de estos factores de coagulación necesarios pueden prevenir la formación de un coágulo.
Lo que aborda la prueba
Esta prueba se usa generalmente para ayudar a determinar la causa de un sangrado prolongado o excesivo.
Su médico puede recomendar la prueba si tiene antecedentes familiares de trastornos hemorrágicos o si ha experimentado alguno de los siguientes síntomas:
- sangrado anormal o excesivo
- moretones con facilidad
- períodos menstruales abundantes o prolongados
- sangrado frecuente de las encías
- hemorragias nasales frecuentes
Esta prueba también se puede solicitar como parte de un ensayo de factor de coagulación que verifica las cantidades de múltiples tipos de factores de coagulación. Su médico puede recomendar esta prueba si cree que tiene una afección adquirida o hereditaria que está causando su trastorno hemorrágico, como:
- deficiencia de vitamina K
- hemofilia
- enfermedad del higado
Este ensayo también puede ayudar a determinar si ha heredado la deficiencia de factor VIII, especialmente si ha tenido episodios de sangrado desde la niñez.
Si un miembro de la familia tiene una deficiencia hereditaria del factor, se pueden realizar pruebas a otros parientes cercanos para ayudar a confirmar un diagnóstico.
Una deficiencia hereditaria del factor VIII se llama hemofilia A.
Esta afección hereditaria afecta principalmente solo a los hombres porque está relacionada con un gen defectuoso en el cromosoma X y se hereda de manera recesiva ligada al cromosoma X. Esto significa que los hombres, que solo tienen un cromosoma X, siempre tendrán hemofilia A si tienen este gen defectuoso.
Las hembras tienen dos cromosomas X. Entonces, si una mujer tiene solo un cromosoma X con el gen defectuoso, su cuerpo aún puede crear suficiente factor VIII. Ambos cromosomas X tendrían que tener el gen defectuoso para que una mujer tenga hemofilia A. Esta es la razón por la que la hemofilia A es poco común en las mujeres.
Si ya le han diagnosticado una deficiencia de factor VIII y está en tratamiento, su médico puede ordenar esta prueba para determinar la efectividad de su tratamiento.
Preparándose para la prueba
No es necesaria ninguna preparación especial para esta prueba. Debe informar a su médico si está tomando medicamentos anticoagulantes, como warfarina (Coumadin), enoxaparina (Lovenox) o aspirina.
Dependiendo de los factores de coagulación que puedan analizarse con su análisis de factor VIII, su médico puede recomendarle que deje de tomar anticoagulantes antes de la prueba.
Cómo se administra la prueba
Para realizar la prueba, un proveedor de atención médica toma una muestra de sangre de su brazo. Primero, el sitio se limpia con un hisopo con alcohol.
Luego, el médico inserta una aguja en su vena y conecta un tubo a la aguja para recolectar sangre. Cuando se ha recolectado suficiente sangre, retiran la aguja y cubren el sitio con una gasa.
Luego, la muestra de sangre se envía a un laboratorio para su análisis.
Entendiendo los resultados
Resultado normal
Un resultado normal para un análisis de factor VIII debe ser alrededor del 100 por ciento del valor de referencia del laboratorio, pero tenga en cuenta que lo que se considera un rango normal puede variar de un análisis de laboratorio a otro. Su médico le explicará los detalles de sus resultados.
Resultado anormal
Si tiene un nivel anormalmente bajo de factor VIII, podría deberse a:
- una deficiencia hereditaria del factor VIII (hemofilia A)
- coagulación intravascular diseminada (CID), una enfermedad en la que ciertas proteínas responsables de la coagulación de la sangre son anormalmente activas
- la presencia de un inhibidor del factor VIII
- enfermedad de von Willebrand, un trastorno que causa una capacidad reducida de coagulación de la sangre
Si tiene un nivel anormalmente alto de factor VIII, puede ser causado por:
- diabetes mellitus
- el embarazo
- edad avanzada
- una condición inflamatoria
- obesidad
- enfermedad del higado
¿Cuáles son los riesgos de la prueba?
Al igual que con cualquier análisis de sangre, existe un ligero riesgo de hematomas o sangrado en el lugar de la punción. En casos raros, la vena puede inflamarse e hincharse después de la extracción de sangre.
Esta afección se conoce como flebitis y se puede tratar aplicando una compresa tibia varias veces al día.
El sangrado continuo también podría ser un problema si tiene un trastorno hemorrágico o está tomando medicamentos anticoagulantes, como warfarina, enoxaparina o aspirina.
Qué esperar después de la prueba
Si le han diagnosticado una deficiencia de factor VIII, su médico le recetará concentrados de reemplazo de factor VIII. La cantidad que requieres dependerá de:
- su edad
- tu altura y peso
- la gravedad de su sangrado
- el sitio de su sangrado
Para ayudar a prevenir una emergencia hemorrágica, su médico les enseñará a usted y a su familia cuándo es urgente que se administre una infusión de factor VIII. Dependiendo de la gravedad de la hemofilia A que tenga una persona, es posible que pueda administrar cierta forma de factor VIII en casa después de recibir la instrucción.
Si sus niveles de factor VIII son demasiado altos, es probable que tenga un mayor riesgo de trombosis, que es la formación de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos. En este caso, su médico puede realizar pruebas adicionales o prescribir una terapia anticoagulante.