Si tiene un hijo con esclerosis múltiple (EM), existen muchos tratamientos disponibles para ayudar a controlar su afección.
Algunos tratamientos pueden ayudar a retrasar el desarrollo de la enfermedad, mientras que otros pueden ayudar a aliviar los síntomas o las posibles complicaciones.
Siga leyendo para conocer los tratamientos que el equipo de salud de su hijo podría recomendar.
Terapias modificadoras de la enfermedad
Las terapias modificadoras de la enfermedad (DMT) son un tipo de medicamento que puede ayudar a retrasar la progresión de la EM. Los DMT también pueden ayudar a prevenir las recaídas, que ocurren cuando su hijo presenta repentinamente nuevos síntomas.
Hasta la fecha, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado 17 tipos de DMT para el tratamiento de la EM en adultos.
Sin embargo, la FDA solo ha aprobado un tipo de DMT para tratar la EM en niños de 10 años o más. Este medicamento se conoce como fingolimod (Gilenya). Está específicamente aprobado para tratar formas recurrentes de EM.
La FDA aún no ha aprobado ningún DMT para el tratamiento de la EM en niños menores de 10 años. Sin embargo, el médico de su hijo aún puede recetar un DMT, incluso si su hijo es menor de 10 años. Esto se conoce como "uso no indicado en la etiqueta".
El tratamiento temprano con un DMT puede ayudar a mejorar el pronóstico a largo plazo de su hijo con EM. Sin embargo, estos medicamentos también presentan riesgos de efectos secundarios.
Si su hijo toma un DMT, su médico debe controlarlo para detectar efectos secundarios. Si no responden bien a un tipo de DMT, su médico podría alentarlos a cambiar a otro.
El médico de su hijo puede explicarle más sobre los posibles beneficios y riesgos de los diferentes DMT.
Medicamentos sintomáticos
Además de los DMT, existen medicamentos disponibles para tratar muchos síntomas y posibles complicaciones de la EM.
Por ejemplo, según las necesidades de tratamiento de su hijo, su médico puede recetarle medicamentos para tratar uno o más de los siguientes:
- dolor
- fatiga
- mareo
- espasmos musculares
- rigidez muscular
- problemas de vejiga
- problemas intestinales
- problemas de la vista
- condiciones de salud mental
Si su hijo está experimentando una recaída con nuevos síntomas, su médico puede recetarle un curso corto de tratamiento con corticosteroides intravenosos. Esto puede ayudar a acelerar su recuperación de la recaída.
Si su hijo presenta nuevos síntomas o complicaciones de la EM, infórmeselo a su equipo de salud. Sus proveedores de atención médica pueden ayudarlo a conocer los medicamentos y otros tratamientos que podrían brindarle alivio.
Terapia de rehabilitación
La EM puede afectar potencialmente el funcionamiento físico y cognitivo de su hijo de diversas formas.
Para ayudar a su hijo a aprender cómo manejar las actividades diarias o adaptarse a sus necesidades cambiantes con EM, su equipo de salud puede recomendar una terapia de rehabilitación.
Por ejemplo, pueden recomendar una o más de las siguientes opciones:
- Fisioterapia (PT). Este tipo de terapia incluye ejercicios diseñados para fortalecer y estirar los músculos de su hijo y apoyar su movilidad, coordinación y equilibrio. Si su hijo usa una ayuda para la movilidad, como un andador o una silla de ruedas, su fisioterapeuta puede ayudarlo a aprender a usarla.
- Terapia ocupacional (OT). El objetivo de la terapia ocupacional es ayudar a su hijo a desarrollar técnicas para completar las actividades de rutina de manera segura e independiente. Un terapeuta ocupacional puede ayudar a su hijo a desarrollar técnicas de conservación de energía, aprender a usar herramientas de adaptación y modificar el entorno del hogar y la escuela para que sea más accesible.
- Terapia del habla y el lenguaje (SLT). Un terapeuta del habla y el lenguaje o un patólogo pueden ayudar a su hijo a afrontar los problemas que pueda experimentar al hablar o tragar.
- Rehabilitación cognitiva. Un psicólogo u otro profesional de la salud puede utilizar la rehabilitación cognitiva para ayudar a su hijo a mantener y mejorar sus habilidades de pensamiento y memoria.
Si la condición de su hijo está afectando su capacidad para moverse, comunicarse, concentrarse o completar otras tareas de rutina, infórmeselo a su equipo de salud. Pueden ayudarlo a aprender más sobre la terapia de rehabilitación y cómo podría encajar en el plan de tratamiento de su hijo.
Asesoramiento psicológico
Hacer frente a la EM puede ser estresante. Junto con los otros síntomas y complicaciones potenciales, su hijo puede experimentar sentimientos de dolor, ira, ansiedad o depresión.
Si su hijo está experimentando problemas emocionales o de salud mental, su médico puede derivarlo a un especialista en salud mental para un diagnóstico y tratamiento. Su médico o especialista en salud mental puede recomendar asesoramiento conductual, medicamentos o ambos.
También debe informar a su médico si le resulta difícil hacer frente a los desafíos emocionales de controlar la afección de su hijo. También podría beneficiarse del apoyo profesional. Sentirse bien apoyado emocionalmente puede permitirle ser aún más eficaz en el apoyo a su hijo.
Cambios en el estilo de vida
Además de los medicamentos, la terapia de rehabilitación y otros tratamientos médicos, el equipo de salud de su hijo podría recomendar cambios en su estilo de vida para ayudar a controlar su afección.
Por ejemplo, podrían recomendar cambios en su:
- dieta
- rutina de ejercicios
- hábitos de sueño
- hábitos de estudio
- actividades de ocio
Muchos de los hábitos de estilo de vida recomendados para controlar la EM son los mismos hábitos de estilo de vida que apoyan la buena salud en general. Por ejemplo, no se recomienda una dieta específica para la EM. Es probable que su hijo se beneficie de una dieta nutritiva y equilibrada con muchas frutas y verduras.
El equipo de salud de su hijo también puede alentarlo a limitar su exposición a altas temperaturas. Cuando la temperatura corporal de su hijo aumenta, sus síntomas pueden empeorar.
La comida para llevar
Obtener un tratamiento temprano e integral para su hijo puede ayudar a mejorar su salud y calidad de vida con EM.
Dependiendo de las necesidades específicas de su hijo, su equipo de salud puede recomendar terapias modificadoras de la enfermedad y otros medicamentos, terapia de rehabilitación, cambios en el estilo de vida u otros tratamientos.
Para obtener más información sobre los posibles beneficios y riesgos de los diferentes enfoques de tratamiento, hable con los proveedores de atención médica de su hijo.