La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca al sistema nervioso central. Este ataque hace que la vaina protectora alrededor de los nervios se dañe y puede provocar una variedad de síntomas.
En la mayoría de las personas con EM, los síntomas empeoran durante los brotes, pero luego mejoran. En algunos casos, los síntomas de entumecimiento y hormigueo, visión borrosa, mareos y dolor empeoran con el tiempo.
También es común que las personas con EM aumenten de peso debido a sus síntomas. Es importante intentar alcanzar un peso moderado y mantenerlo. Tener sobrepeso o bajo peso puede empeorar los síntomas de la EM.
Siga leyendo para aprender cómo mantener un peso moderado con EM.
¿Por qué la esclerosis múltiple provoca fluctuaciones de peso?
La EM provoca fatiga y te hace sentir demasiado agotado para la actividad física. El dolor y los mareos también pueden afectar sus niveles de energía a la hora de hacer ejercicio.
Los síntomas de la depresión también son comunes en las personas con EM. La depresión puede causar comer en exceso o deficiente, los cuales pueden tener un impacto negativo en la salud.
El tratamiento de la EM también puede provocar fluctuaciones de peso. La terapia con esteroides a menudo se prescribe para disminuir la inflamación y puede causar aumento de peso.
El ejercicio puede ayudar tanto con la pérdida como con la ganancia de peso
El ejercicio es beneficioso para las personas con EM, ya sea que quieran perder o aumentar de peso. Aunque el aumento de peso es más común con la EM, la pérdida de peso y la atrofia muscular pueden ocurrir en casos avanzados y graves.
Las personas que experimentan pérdida de masa muscular suelen presentar síntomas lo suficientemente graves como para limitar la movilidad. Hacer ejercicio y llevar una dieta equilibrada puede ayudarlo a evitar la pérdida de masa muscular.
La fatiga y los síntomas de la EM, como los cambios de temperatura corporal, pueden dificultar el ejercicio con regularidad. Pero hay ciertas actividades que pueden ser más beneficiosas cuando tiene síntomas.
Por ejemplo, nadar puede ser útil y no ejerce presión sobre las articulaciones. Las actividades acuáticas también pueden ayudar con sus síntomas si su temperatura corporal aumenta mientras hace ejercicio. También puede usar un chaleco refrescante o una bufanda cuando realice actividades al aire libre como caminatas.
Recuerde, los ejercicios no tienen por qué ser agotadores físicamente. Una caminata corta cada día puede marcar una gran diferencia. También puede practicar ejercicios de bajo impacto como bicicleta fija, tai chi y yoga.
El yoga, que puede hacer a su propio ritmo, puede ayudar:
- aliviar ciertos síntomas
- mejorar la fuerza muscular
- reducir los niveles de estrés
- reducir su fatiga, lo que puede motivarlo a hacer aún más ejercicio
Asegúrese de hablar con su proveedor de atención médica antes de comenzar un régimen de ejercicio más extenuante.
Considere trabajar con capacitadores que hayan trabajado con personas con EM. Pueden ayudarlo a desarrollar un programa de entrenamiento de fuerza que se adapte a su estado de salud general.
Beneficios del ejercicio para personas con EM
- Reducir peso
- fortalecer los músculos
- mejorar la movilidad
- aumentar los niveles de energía
- reducir la gravedad de los síntomas de la EM
- Mejorar tu estado de ánimo
- estimular la función inmunológica
A medida que desarrolle una rutina de ejercicios, estos hábitos también ayudarán a que su cuerpo se relaje. Según Harvard Health Publications, el ejercicio también puede ayudarlo a reducir el estrés y mejorar su estado de ánimo. Además, estimula su cerebro para crear analgésicos naturales o endorfinas.
Cómo comer para bajar de peso
A menudo, comer comidas ricas en nutrientes va de la mano con el ejercicio para bajar de peso. Pero es importante no pensar en sus hábitos alimenticios como una "dieta", especialmente cuando no existe un plan de alimentación específico para las personas con EM.
La mayoría de los especialistas recomiendan que las personas con EM sigan una dieta general baja en grasas y alta en fibra. Mantener un déficit de calorías pequeño y sostenible puede ayudarlo a perder el exceso de peso de manera gradual y segura.
Algunas investigaciones sugieren que ciertas dietas, incluidas la cetogénica, la paleo y la imitación del ayuno, pueden mejorar algunos síntomas en personas con EM.
Una advertencia sobre las dietas especiales.
Hay muchos tipos de dietas especiales y algunas están dirigidas específicamente a personas con EM. La mayoría de estas dietas tienen poca o ninguna evidencia sobre sus beneficios, aunque se necesita más investigación. Muchos no han sido probados para determinar su efectividad o seguridad.
Es importante hablar con su equipo de atención médica si está interesado en probar alguna dieta específica para garantizar la seguridad. Su equipo de atención médica puede ayudarlo a decidir el mejor patrón dietético para sus necesidades individuales.
En general, la pérdida de peso ocurre cuando quema más calorías de las que consume. La cantidad de calorías que necesita depende de varios factores, que incluyen:
- sexo
- peso actual
- niveles de actividad
Estos números difieren de una persona a otra, y su equipo de atención médica puede ayudarlo a guiarlo.
Seguir un plan de alimentación bien equilibrado y aprender a controlar las porciones puede ayudarlo a lograr sus objetivos de pérdida de peso. Visite el sitio Choose My Plate del Departamento de Agricultura de EE. UU. Para obtener más información sobre el control de las porciones y qué tipos de alimentos priorizar.
La calidad de la comida también cuenta. Intente ceñirse a opciones enteras y sin procesar, como:
- frutas y verduras frescas
- cereales integrales
- proteínas magras
- aceites de oliva y pescado
Existe alguna evidencia de que los ácidos grasos omega-3 y omega-6 tienen beneficios para las personas con EM. Una revisión de estudios de 2019 sugirió que los suplementos de omega-3 y aceites de pescado muestran beneficios para reducir las tasas de recaída, los marcadores inflamatorios y la calidad de vida de las personas con EM.
La biotina, una vitamina B, también puede ayudar con la progresión de la discapacidad. Según un estudio de 2016, las dosis altas de biotina mostraron una reversión sostenida de la discapacidad relacionada con la EM.
Las investigaciones muestran que las personas con EM tienen más probabilidades de tener deficiencia de varios nutrientes, incluida la vitamina D, la vitamina A y la B12.
Es posible que las personas que tienen EM necesiten suplementarse con estos nutrientes para mantener niveles saludables. El aumento de la ingesta dietética de ácido fólico, magnesio y hierro también puede ser útil para las personas con EM.
Es necesario realizar más investigaciones, pero puede valer la pena consultar a su médico o dietista para que le aconseje.
Que comer cuando necesitas subir de peso
El ejercicio sigue siendo importante, especialmente si está tratando de ganar peso. Además de fortalecer sus músculos, el ejercicio también puede estimular su apetito.
Tener bajo peso también puede ser un signo de deficiencias nutricionales. Hable con un profesional de la salud si está perdiendo peso con el tiempo. Es posible que deba cambiar de medicamento o probar otro tipo de tratamiento. Un dietista registrado también puede ayudarlo a crear una dieta que lo ayude a aumentar de peso.
Planificar sus comidas y cocinar más de lo que necesita para poder tener alimentos que se pueden recalentar fácilmente también puede ayudar, especialmente cuando no tiene ganas de cocinar. También puede ayudarlo a evitar saltarse comidas.
Otras opciones de tratamiento
Mantener su salud física, salud mental y mantener bajos sus niveles de estrés puede ayudarlo a mantener su peso en un rango que lo beneficie más. Otras opciones de tratamiento que pueden ayudar incluyen:
- relajantes musculares
- terapia física
- ejercicios de manejo del estrés
- descansar lo suficiente
Para la mayoría de las personas con EM, es posible controlar la pérdida o el aumento de peso. El ejercicio puede ayudar con ambos, así como con los síntomas de la EM.
Algunas actividades físicas como la natación y el yoga también pueden ser más beneficiosas que otras si experimenta síntomas con frecuencia.
Comuníquese con su médico si tiene dificultades para controlar su peso o si desea un consejo sobre cómo comer o mantenerse activo.