El síndrome piriforme es una afección poco común en la que el músculo piriforme ejerce presión sobre el nervio ciático. El síntoma distintivo es un dolor punzante, doloroso o ardiente en las nalgas y la parte posterior de la pierna.
Pero el síndrome piriforme sigue siendo un diagnóstico controvertido. Algunos investigadores incluso han cuestionado si existe.
Actualmente no existen pruebas universalmente aceptadas para diagnosticar el síndrome piriforme. Muchas otras afecciones pueden causar síntomas casi idénticos y pueden confundirse fácilmente con el síndrome piriforme.
Siga leyendo para saber por qué el síndrome piriforme sigue siendo controvertido y qué pruebas es más probable que use su proveedor de atención médica para diagnosticarlo.
¿Qué causa el síndrome piriforme?
Su piriforme es un músculo pequeño y plano que se adhiere a su sacro y la parte superior de su fémur. Es uno de los pocos músculos pequeños que rotan externamente el fémur. Se encuentra debajo del músculo glúteo mayor y pasa sobre el nervio ciático.
Su nervio ciático es el nervio más grande de su cuerpo. Te permite moverte y sentir muchas partes de tus piernas.
El nervio ciático se origina en la médula espinal inferior al nivel de las vértebras L4 a S3. Sus ramas llegan hasta las plantas de tus pies.
En teoría, la inflamación o hipertrofia (aumento de tamaño) de su músculo piriforme podría ejercer presión sobre su nervio ciático e interrumpir la función del nervio.
Pruebas para el síndrome piriforme
La investigación sobre cómo diagnosticar mejor el síndrome piriforme sigue en curso.
Actualmente no existen pruebas respaldadas científicamente para diagnosticar el síndrome piriforme.
Los profesionales de la salud a menudo hacen el diagnóstico examinando su historial médico y utilizando una serie de pruebas físicas para descartar afecciones como la ciática, un esguince lumbar o una lesión de disco.
La investigación ha encontrado que las personas que se cree que tienen síndrome piriforme experimentan un aumento de la sensibilidad en el músculo piriforme del lado lesionado, en comparación con el lado sano.
Si su proveedor de atención médica cree que el síndrome piriforme podría ser la causa de su dolor, es probable que le palpiten el músculo piriforme para buscar sensibilidad.
Pruebas fisicas
Su médico puede realizar pruebas físicas para ver si estirar o activar los músculos piriformes le causa dolor.
Si descubren que su piriforme está sensible al tacto y usted informa dolor en la región glútea profunda en las siguientes cuatro pruebas, es posible que sospechen del síndrome piriforme.
Prueba Justa
FAIR es un acrónimo que significa flexión, aducción y rotación interna.
Durante la prueba, se acostará de costado con la pierna lesionada encima. El probador estabilizará su cadera con una mano y llevará su rodilla hacia su pecho mientras la mueve hacia la línea media de su cuerpo.
Al mismo tiempo, rotarán la parte inferior de la pierna alejándola de la línea media de su cuerpo para poner en tensión el músculo piriforme.
Maniobra de Beatty
Se acostará de costado con la pierna afectada en la parte superior y las rodillas dobladas. Se le pedirá que levante la parte superior del muslo para ver si el movimiento le causa dolor en las nalgas.
Prueba de maniobra de ritmo
Te sentarás con un ángulo de 90 grados en tus caderas y rodillas. El evaluador colocará sus manos en el lado externo de la parte inferior de las piernas y se le pedirá que empuje en sus manos.
Maniobra de Freiberg
Te acostarás boca arriba con las piernas estiradas. El probador tomará su fémur y lo enrollará hacia adentro. Luego le preguntarán si siente dolor en la región profunda de los glúteos.
Técnicas de imagen
Un estudio de 2020 encontró que la ecografía podría ser un método alternativo de diagnóstico para el síndrome piriforme.
La investigación ha demostrado que los pacientes que se cree que tienen síndrome piriforme tenían un nervio ciático y piriforme agrandados en el lado lesionado, en comparación con el lado asintomático y con voluntarios sanos. Por tanto, una ecografía puede detectar esto.
Sin embargo, se necesita más investigación para respaldar estos hallazgos.
Otras técnicas de diagnóstico por imágenes como la resonancia magnética, la tomografía computarizada y la EMG también pueden ayudar a descartar otras afecciones que causan síntomas similares.
Diferencias entre el síndrome piriforme y la prueba de abultamiento del disco lumbar
Tanto el síndrome piriforme como el abultamiento del disco lumbar inferior generalmente se diagnostican eliminando otras posibles causas de dolor.
La causa más común de ciática es un disco abultado. El dolor suele empeorar al flexionar, girar o doblar la columna lumbar, y es probable que su proveedor de atención médica realice pruebas que muevan su columna de estas formas.
La prueba de la pierna estirada se usa comúnmente para evaluar la ciática. Si tiene dolor en la espalda baja y / o en la pierna cuando la pierna está flexionada entre 30 y 70 grados, es posible que tenga ciática causada por un disco abultado.
Es poco probable que se utilicen técnicas de imagen en las primeras etapas del diagnóstico de ciática. Sin embargo, la resonancia magnética se puede utilizar si el dolor no se resuelve con el tratamiento conservador después de 6 a 8 semanas.
Signos y síntomas del síndrome piriforme
Los síntomas del síndrome piriforme son similares a los síntomas de una protuberancia del disco lumbar inferior, así como a muchas otras afecciones. La similitud de los síntomas puede dificultar que su proveedor de atención médica localice el origen del problema.
Los síntomas incluyen:
- entumecimiento o sensación de hormigueo en la parte posterior de la pierna
- dolor crónico alrededor de la cadera y las nalgas
- dolor al levantarse de la cama
- incapacidad para sentarse durante un período prolongado
- dolor en las nalgas que empeora cuando mueve las caderas
Controversia en torno al síndrome piriforme
El síndrome piriforme sigue siendo un diagnóstico controvertido entre los profesionales de la salud, y algunos investigadores han cuestionado por completo su existencia.
Se utilizan varias pruebas físicas para diagnosticarlo, pero se cuestiona la precisión de estas pruebas y se necesita más investigación para respaldar su uso.
La idea de que el dolor ciático podría ser causado por el síndrome piriforme se describió por primera vez en la literatura científica en 1928. En 1947, un investigador llamado D.R. Robinson utilizó por primera vez el término "síndrome piriforme".
Desde entonces, los criterios de diagnóstico originales de Robinson se han disputado y refutado.
Investigaciones que apoyan el síndrome piriforme
En un estudio reciente de 2020, los investigadores descubrieron que las personas que informaron dolor atribuido al síndrome piriforme tenían músculos piriformes agrandados y nervios ciáticos más gruesos en el lado lesionado. Este hallazgo sugiere que el síndrome piriforme es real.
Sin embargo, se necesita más investigación para comprender mejor muchos aspectos de la afección, como cuán prevalente es y cómo diagnosticarla mejor.
Posibles explicaciones alternativas
El síndrome piriforme se describe como una afección que provoca la compresión del nervio ciático. Sin embargo, también se ha planteado la hipótesis de que el dolor posterior de la pierna podría ser causado por otro nervio independiente llamado nervio cutáneo femoral posterior.
Síndrome de glúteos profundos
El síndrome de los glúteos profundos se refiere a cualquier tipo de atrapamiento del nervio ciático e incluye el síndrome piriforme como subtipo.
Es plausible que algunos casos diagnosticados de síndrome piriforme sean en realidad otros tipos de síndrome glúteo profundo causado por otros músculos como el obturador interno, gemelo o cuadrado femoral.
Quitar
El síndrome piriforme es un diagnóstico controvertido de dolor en las nalgas y la parte posterior de la pierna. La evidencia reciente sugiere que el síndrome piriforme es real. Pero no está claro qué tan común es y no existe una prueba universalmente aceptada para diagnosticarlo.
Por lo general, su proveedor de atención médica diagnosticará el síndrome piriforme eliminando otras posibles afecciones. La evidencia reciente sugiere que la ecografía puede tener el potencial de diagnosticar el síndrome piriforme, pero se necesita más investigación.