¿Qué es la terapia de juego?
La terapia de juego es una forma de terapia que se usa principalmente para los niños. Esto se debe a que es posible que los niños no puedan procesar sus propias emociones o expresar los problemas a sus padres u otros adultos.
Si bien puede parecer un tiempo de juego normal, la terapia de juego puede ser mucho más que eso.
Un terapeuta capacitado puede aprovechar el tiempo de juego para observar y comprender los problemas de un niño. Luego, el terapeuta puede ayudar al niño a explorar las emociones y lidiar con el trauma no resuelto. A través del juego, los niños pueden aprender nuevos mecanismos de afrontamiento y cómo redirigir comportamientos inapropiados.
La terapia de juego es practicada por una variedad de profesionales de la salud mental con licencia, como psicólogos y psiquiatras.También lo practican terapeutas conductuales y ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales.
Además, la Association for Play Therapy ofrece programas de capacitación especializados y credenciales avanzadas para profesionales de la salud mental con licencia, consejeros escolares y psicólogos escolares.
Beneficios de la terapia de juego
Según la organización profesional Play Therapy International, hasta el 71 por ciento de los niños referidos a la terapia de juego pueden experimentar cambios positivos.
Si bien algunos niños pueden comenzar con algunas dudas, la confianza en el terapeuta tiende a crecer. A medida que se sienten más cómodos y su vínculo se fortalece, el niño puede volverse más creativo o más verbal en su juego.
Algunos de los posibles beneficios de la terapia de juego son:
- asumir más responsabilidad por ciertos comportamientos
- Desarrollar estrategias de afrontamiento y habilidades creativas para la resolución de problemas.
- respeto a ti mismo
- empatía y respeto por los demás
- alivio de la ansiedad
- aprender a experimentar y expresar plenamente los sentimientos
- habilidades sociales más fuertes
- relaciones familiares más fuertes
La terapia de juego también puede fomentar el uso del lenguaje o mejorar las habilidades motoras finas y gruesas.
Si su hijo tiene una enfermedad física o mental diagnosticada, la terapia de juego no reemplaza los medicamentos ni ningún otro tratamiento necesario. La terapia de juego se puede utilizar sola o junto con otras terapias.
Cuando se usa la terapia de juego
Aunque las personas de todas las edades pueden beneficiarse de la terapia de juego, generalmente se usa con niños entre las edades de 3 y 12 años. La terapia de juego puede ser útil en una variedad de circunstancias, tales como:
- enfrentando procedimientos médicos, enfermedades crónicas o cuidados paliativos
- retraso en el desarrollo o problemas de aprendizaje
- problemas de comportamiento en la escuela
- comportamiento agresivo o enojado
- problemas familiares, como divorcio, separación o muerte de un familiar cercano
- desastres naturales o eventos traumáticos
- violencia doméstica, abuso o negligencia
- ansiedad, depresión, dolor
- trastornos de la alimentación y el uso del baño
- trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- trastorno del espectro autista (TEA)
¿Cómo funciona la terapia de juego?
Existe una pequeña brecha de comunicación entre niños y adultos. Dependiendo de la edad y la etapa de desarrollo, los niños simplemente no tienen las habilidades lingüísticas de los adultos. Es posible que sientan algo, pero en muchos casos, no pueden expresárselo a un adulto o no tienen un adulto de confianza a quien expresárselo.
Por otro lado, los adultos pueden malinterpretar o perder por completo las señales verbales y no verbales del niño.
Los niños aprenden a comprender el mundo y su lugar en él a través del juego. Es donde son libres de manifestar sus sentimientos internos y emociones más profundas. Los juguetes pueden actuar como símbolos y adquirir un mayor significado, si sabe qué buscar.
Dado que el niño no puede expresarse adecuadamente en el mundo adulto, el terapeuta se une al niño en su mundo, a su nivel.
Mientras juega, el niño puede volverse menos cauteloso y más apto para compartir sus sentimientos. Pero no están presionados. Se les permite hacerlo en su propio tiempo y con su propio método de comunicación.
La terapia de juego variará según el terapeuta y las necesidades particulares del niño. Para empezar, es posible que el terapeuta desee observar al niño mientras juega. También es posible que deseen realizar entrevistas por separado con el niño, los padres o los maestros.
Después de una evaluación exhaustiva, el terapeuta establecerá algunos objetivos terapéuticos, decidirá qué límites pueden ser necesarios y formulará un plan sobre cómo proceder.
Los terapeutas de juego prestan mucha atención a cómo un niño maneja la separación de sus padres, cómo juegan solos y cómo reaccionan cuando los padres regresan.
Se puede revelar mucho sobre cómo un niño interactúa con diferentes tipos de juguetes y cómo cambia su comportamiento de una sesión a otra. Pueden usar el juego para representar sus miedos y ansiedades, como un mecanismo tranquilizador o para sanar y resolver problemas.
Los terapeutas de juego utilizan estas observaciones como guía para los siguientes pasos. Cada niño es diferente, por lo que la terapia se adaptará a sus necesidades individuales. A medida que avanza la terapia, se pueden reevaluar los comportamientos y los objetivos.
En algún momento, el terapeuta puede traer a los padres, hermanos u otros miembros de la familia a la terapia de juego. Esto se conoce como terapia filial. Puede ayudar a enseñar la resolución de conflictos, promover la curación y mejorar la dinámica familiar.
Técnicas de terapia de juego
Las sesiones suelen durar de 30 minutos a una hora y se llevan a cabo una vez a la semana aproximadamente. La cantidad de sesiones necesarias depende del niño y de su respuesta a este tipo de terapia. La terapia puede realizarse individualmente o en grupos.
La terapia de juego puede ser directiva o no directiva. En el enfoque directivo, el terapeuta tomará la iniciativa especificando los juguetes o juegos que se utilizarán en la sesión. El terapeuta guiará el juego con un objetivo específico en mente.
El enfoque no directivo está menos estructurado. El niño puede elegir juguetes y juegos como mejor le parezca. Son libres de jugar a su manera con pocas instrucciones o interrupciones. El terapeuta observará de cerca y participará según corresponda.
Las sesiones deben tener lugar en un entorno en el que el niño se sienta seguro y con pocas limitaciones. El terapeuta puede usar técnicas que involucran:
- visualización creativa
- narración
- juego de rol
- teléfonos de juguete
- títeres, peluches y máscaras
- muñecas, figuras de acción
- Artes y manualidades
- juego de agua y arena
- bloques y juguetes de construcción
- danza y movimiento creativo
- juego musical
Ejemplos de terapia de juego
Dependiendo del niño y la situación, el terapeuta lo guiará hacia ciertos métodos de juego o lo dejará elegir por sí mismo. Hay muchas formas en que el terapeuta puede utilizar la terapia de juego para conocer al niño y ayudarlo a afrontar sus problemas.
Por ejemplo, el terapeuta puede ofrecerle al niño una casa de muñecas y algunas muñecas, pidiéndole que represente algunos problemas que tenga en casa. O podrían alentar al niño a usar títeres de mano para recrear algo que encontraran estresante o aterrador.
Es posible que le pidan a su hijo que cuente una historia de “érase una vez” para ver qué podría sacar a la luz el niño. O pueden leer historias que resuelvan un problema similar al de su hijo. Esto se conoce como biblioterapia.
Podría ser tan simple como hacer preguntas mientras su hijo dibuja o pinta para tratar de comprender mejor su proceso de pensamiento. O juegue varios juegos con el niño para fomentar la resolución de problemas, la cooperación y las habilidades sociales.
Terapia de juego para adultos
El juego no es solo para niños, ni tampoco la terapia de juego. Los adolescentes y los adultos también pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos más íntimos con palabras. Los adultos que pueden beneficiarse de la terapia de juego incluyen a los afectados por:
- discapacidades intelectuales
- demencia
- enfermedades crónicas, cuidados paliativos y cuidados paliativos
- uso de sustancias
- trauma y abuso físico
- problemas de manejo de la ira
- trastorno de estrés postraumático (PTSD)
- problemas de la infancia no resueltos
Cuando trabaje con adultos, un terapeuta puede usar juegos de roles dramáticos o terapia de bandeja de arena para ayudarlo a ponerse en contacto con sentimientos de los que es difícil hablar. Estas terapias pueden ayudarlo a trabajar en estrategias para lidiar con escenarios particulares.
El mismo acto de jugar, ya sean juegos, artes y manualidades o música y baile, puede ayudarlo a relajarse y desconectar del estrés de la vida cotidiana.
La arteterapia, la musicoterapia y el movimiento pueden ayudar a revelar traumas ocultos y promover la curación. Bajo la guía de un terapeuta experimentado, el juego puede ser una herramienta valiosa para llevarte a donde quieres estar.
La terapia de juego para adultos se puede utilizar como complemento de otros tipos de terapia y medicamentos. Al igual que con los niños, el terapeuta adaptará la terapia de juego a sus necesidades específicas.
Quitar
La terapia de juego es un método de terapia que utiliza el juego para descubrir y tratar problemas psicológicos. Se puede usar solo, especialmente con niños, o junto con otras terapias y medicamentos.
Para aprovechar al máximo la terapia de juego, busque un profesional de salud mental autorizado con experiencia en este tipo de terapia. Su pediatra o médico de atención primaria puede hacer una derivación.
Si aún no tiene un profesional de salud mental, la herramienta Healthline FindCare puede ayudarlo a encontrar uno en su área.
También puede optar por buscar un terapeuta de juego registrado y acreditado (RPT) o un supervisor de terapeuta de juego registrado (RPT-S) a través de la Association for Play Therapy.