Según el Instituto de Medicina, las mujeres embarazadas deben beber diez vasos de agua de 8 onzas por día. Cuando está amamantando, esa ingesta diaria debe aumentar a trece vasos de 8 onzas por día.
La mayoría de las personas están familiarizadas con la regla del 8 × 8 para la ingesta diaria de agua: ocho vasos de agua de 8 onzas por día. Pero cuando está embarazada, su cuerpo necesita más líquidos para producir más sangre y líquido amniótico.
Además, si vive por encima de los 1.500 metros, o aproximadamente 4.900 pies, una humedad más baja significa que pierde más agua de lo habitual a través del sudor y la respiración, por lo que mantenerse hidratado es aún más importante.
Por qué es importante beber agua
Una buena ingesta de agua mantendrá todos sus sistemas internos funcionando bien y ayudará a su cuerpo a eliminar los desechos. Los desechos de los riñones se disuelven en agua y se eliminan a través de la orina. Esto reduce la posibilidad de infecciones del tracto urinario, la vejiga y los riñones.
Lo mismo ocurre con los desechos sólidos: el agua ablanda las heces y facilita las evacuaciones intestinales. Si es como la mayoría de las mujeres embarazadas, probablemente haya experimentado algo de estreñimiento como resultado de los cambios hormonales en su cuerpo. Siga bebiendo y será menos probable que desarrolle otra dolencia común del embarazo: hemorroides.
Necesidades de agua en cada trimestre
Como todo lo demás sobre usted, sus necesidades de agua cambian de un trimestre a otro.
- Primer trimestre. En el primer trimestre, muchas mamás descubren que retener algo es un trabajo duro. Controle su consumo de agua para asegurarse de no perder más de lo que ingiere. (Sugerencia: agregar algo salado a su dieta envía un mensaje a su cerebro para que retenga las reservas de agua para mantener el equilibrio de líquidos adecuado. Si bien no desea exagerar su ingesta de sal, puede mordisquear galletas saladas de manera segura).
- Segundo trimestre. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda que las mujeres aumenten su ingesta de calorías en 340 calorías adicionales por día cuando ingresan al segundo trimestre. Si utiliza la guía de agregar 1 a 1,5 ml de agua por cada caloría consumida, también deberá agregar al menos otros 340 ml (o 11,5 onzas) de agua a su dieta.
- Tercer trimestre. En el tercer trimestre, su ingesta de calorías debería aumentar nuevamente a 450 calorías por encima de la recomendación diaria normal, lo que requiere que beba aún más agua.
Signos de deshidratación.
La deshidratación ocurre cuando pierde más líquido de lo que ingiere. Su cuerpo le indicará que no tiene suficiente agua para continuar como de costumbre. Estos son los signos que debe buscar:
- Sed y hambre. Si está deshidratado, puede sentir sed, hambre o ambos.
- Cambios en la orina. Cuando estás lo suficientemente hidratado, tu orina adquiere un color amarillo pálido. Mientras tanto, la orina oscura indica deshidratación. Si está embarazada y lo suficientemente hidratada, puede sentir que ha establecido su residencia permanente en el baño.
- Fatiga, mareos y dolores de cabeza. El embarazo es un trabajo duro, por lo que no es de extrañar que se sienta cansada la mayor parte del tiempo, especialmente en los primeros meses. La deshidratación puede causar fatiga y dolores de cabeza, así que siga bebiendo para conservar la energía que tiene.
- Niebla del cerebro. Hay un nombre para ese cerebro nebuloso que viene con el embarazo: momnesia. Pero mientras momnesia es parte del trato, no querrás empeorarlo por no beber lo suficiente. Tu cerebro está alimentado, en parte, por agua. Estar deshidratado en solo un 2% afecta su capacidad para realizar tareas cognitivas.
- Piel seca. Los vientres de las embarazadas ya pican a veces. Manténgase hidratado para que la piel seca no sea otro motivo de malestar.
Tipos de agua
Si le resulta difícil beber 80 onzas de agua al día, intente cambiar el tipo de agua que está bebiendo. Aquí hay algunas opciones para ir:
- Agua del grifo. El suministro de agua de la mayoría de las ciudades se prueba para cumplir con los estándares de seguridad, por lo que generalmente puede beber directamente del grifo sin preocupaciones. Pero si vive en una casa antigua y sospecha que puede tener tuberías de plomo, haga que analicen el agua solo para estar seguro.
- Seltzer o agua carbonatada. Tanto el agua con gas como el agua carbonatada son seguras durante el embarazo. Las burbujas agregarán un toque que puede ayudar con las náuseas.
- Agua mineral. Las aguas minerales son generalmente seguras, pero no deben consumirse a diario. Es más, el agua mineral puede tener un alto contenido de sales de sodio; demasiada puede provocar hinchazón.
- Agua aromatizada. La ventaja: el agua con sabor es mejor que la soda. La desventaja: el agua saborizada a menudo contiene azúcar o alguna otra forma de edulcorante. La conclusión: evítelos a menos que no pueda soportar otro vaso de agua.
Consejos para mantenerse hidratado
Algunos días, es posible que necesite ayuda para alcanzar su dosis diaria de agua. Aquí hay algunos consejos para seguir bebiendo:
- Agrega sabor. Agregue una pizca de sabor a su agua con una rodaja de limón, pepino, menta o algunas bayas.
- Prueba los tés de hierbas. Prepare una jarra de su té favorito para tener a mano. Solo asegúrese de pasar primero los ingredientes por su médico.
- Prepara un batido. Los batidos pueden ser una excelente manera de aumentar su ingesta nutricional. Sin embargo, tenga cuidado: los batidos de frutas contienen mucha azúcar, por lo que es mejor disfrutarlos con moderación.
- Tenga una botella a mano. Es mucho más fácil realizar un seguimiento de su consumo de agua cuando tiene su propia botella de agua a mano. Cuando tome un sorbo, recuerde tomar dos.
- Empiece el día con un vaso. Beber agua a primera hora al despertar puede ser una buena manera de hacer un hábito de beber agua.
- Come estacionalmente. Parte de la ingesta de líquidos proviene naturalmente de los alimentos, por lo que debe intentar comer alimentos con alto contenido de agua. En invierno, prepara una sopa. En el verano, opte por la sandía, la piña, el melón y otras frutas jugosas.
Resumen
Ochenta onzas pueden parecer mucha agua, ¡y lo es! Pero al cambiar el tipo de agua que bebe, tendrá suficiente variedad para hacerla interesante. Siga bebiendo para mantener a su bebé saludable y usted se sienta cómoda e hidratada durante todo el embarazo.