La conexión emocional formada por la comunicación emocional no verbal entre un bebé y su padre o cuidador principal se conoce como vínculo de apego.
Este vínculo no se basa en el amor o la calidad del cuidado que un padre o cuidador brinda a un niño, sino en la comunicación emocional sin palabras.
El apego se producirá de forma natural, pero, según la teoría del apego, la calidad del vínculo es fundamental para el futuro de un niño.
Obtenga más información sobre el apego seguro, lo que significa y cómo desarrollar uno con su hijo.
Teoría de apego
La teoría del apego se basa en la primera relación que tiene un niño y cómo esa relación influye en el desarrollo mental del niño.
Esta teoría ha evolucionado a partir de las contribuciones de muchos investigadores, principalmente Mary Ainsworth y John Bowlby. Se centra en la capacidad de la madre para ser sensible y receptiva a las necesidades de su bebé, y cómo eso afecta el desarrollo de la confianza, la resiliencia y la seguridad del bebé a medida que crece.
Adjunto seguro
Un vínculo de apego seguro que satisface las necesidades de seguridad, calma y comprensión de un niño permite un desarrollo óptimo del sistema nervioso del niño.
El cerebro en desarrollo de un niño se organiza para proporcionar una base basada en una sensación de seguridad. A medida que un niño madura, esta base puede resultar en:
- autoconciencia saludable
- afán de aprender
- empatía
- confianza
Según el Departamento de Servicios Humanos de Georgia (GDHS), los bebés que tienen un apego seguro han aprendido que pueden confiar en otras personas para que los cuiden. Ellos tienden a:
- reaccionar bien al estrés
- estar dispuesto a probar cosas nuevas de forma independiente
- formar relaciones intrapersonales más sólidas
- ser solucionadores de problemas superiores
Apego inseguro
Un vínculo de apego inseguro, uno que no satisface la necesidad de seguridad, calma y comprensión de un niño, puede obstaculizar el desarrollo del cerebro de un niño para una organización óptima. También puede restringir el desarrollo mental, emocional y físico.
Todo esto puede resultar en problemas de aprendizaje y dificultad para formar relaciones a medida que el niño madura.
Según el GDHS, los bebés que tienen un apego inseguro no confían fácilmente, ya que han aprendido que los adultos no son confiables. Ellos tienden a:
- evitar a los demás
- rechazar la interacción con los demás
- mostrar ansiedad, enojo o miedo
- angustia exagerada
Los componentes del apego
Desarrollo cerebral temprano saludable
Según los expertos de la Universidad de Harvard, el desarrollo saludable desde el nacimiento hasta los 3 años sienta las bases para:
- productividad economica
- logro educaciónal
- salud de por vida
- ciudadanía responsable
- comunidades fuertes
- crianza exitosa
Cómo formar un vínculo seguro con su hijo
El apego es el resultado de un intercambio dinámico e interactivo de señales emocionales no verbales. Este proceso hace que su bebé se sienta seguro y comprendido. Su bebé capta sus señales emocionales, como sus gestos y su tono de voz.
Su bebé también le hace señales con llanto y gestos como imitar expresiones faciales, señalar, así como arrullar y reír. A medida que capta las señales de su bebé, responda con afecto y calidez.
Comunicación no verbal
Su bebé no habla y, cuando comprende sus señales no verbales, le da una sensación de reconocimiento, comodidad y seguridad. La comunicación no verbal que puede utilizar para ayudar a construir un vínculo de apego seguro incluye:
Una de las muchas influencias
El apego seguro es solo una de una variedad de influencias, como las normas culturales y las diferencias de personalidad individual, que afectan el proceso de un niño para:
- relacionándose con otros
- manejar las emociones
- respondiendo al estrés
- resolviendo problemas
Quitar
Los vínculos entre un bebé y un cuidador principal comienzan a desarrollarse desde el nacimiento a través de interacciones uno a uno. Estas interacciones tempranas afectan el cerebro, estableciendo patrones sobre cómo un niño desarrollará relaciones a medida que madura.
Los cerebros de los bebés que forman vínculos seguros tienen una mayor base o capacidad para formar relaciones saludables. Los niños cuyos primeros vínculos son inseguros o negativos pueden tener dificultades para formar relaciones saludables.
Puede desarrollar un apego seguro con su bebé a través de interacciones emocionales no verbales, como toques tranquilizadores, contacto visual atento y un tono de voz cálido y afectuoso.