La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a las articulaciones. La forma más común es la AR seropositiva.
Una persona con esta afección tiene anticuerpos en la sangre que ayudan a identificar la enfermedad. Estos anticuerpos se denominan péptidos anticíclicos citrulinados (anti-CCP) o factores reumatoides (RF). Cualquiera de estos o ambos pueden estar presentes. Su presencia está asociada con la inflamación de las articulaciones y la aparición de síntomas de AR.
Aquellos con AR seronegativo no tienen estos anticuerpos presentes pero aún muestran síntomas de AR clásica.
Aquellos con AR seropositiva tienen síntomas similares a los de la AR seronegativa, pero generalmente son más severos y causan mayores deformidades.
¿Cuáles son los síntomas de la AR seropositiva?
Tanto la AR seropositiva como la seronegativa tienen un grupo particular de síntomas que pueden aparecer y desaparecer con el tiempo. Las personas con AR generalmente darán positivo en la prueba del factor reumatoide dentro de 1 año de desarrollar los síntomas.
Los anti-PCC son más sensibles y pueden aparecer años antes de que muestre algún síntoma. Los síntomas específicos de la AR incluyen:
- hinchazón y dolor en varias articulaciones, especialmente las de las manos y los pies
- rigidez por la mañana que dura alrededor de 45 minutos
- deterioro del cartílago y el hueso (determinado por radiografías)
- desarrollo de bultos firmes debajo de la piel cerca de las articulaciones (nódulos reumatoides)
Hay algunos otros síntomas de la AR que se comparten con afecciones no relacionadas. Éstos incluyen:
- una ligera fiebre
- infecciones frecuentes
- fatiga constante
- depresión
- anemia
- inflamación ocular
- ojos y boca secos
¿Cómo se diagnostica la AR seropositiva?
Se analizará su sangre para ver si hay anti-PCC o factores reumatoides. Si la prueba da positivo, hay entre un 70 y un 80 por ciento de posibilidades de que reciba un diagnóstico de AR.
Un resultado positivo también puede indicar otras condiciones. Por lo tanto, una prueba positiva no es suficiente para que un médico dé un diagnóstico completo. Un diagnóstico completo también requiere que muestre los síntomas y signos de la AR.
Las radiografías que muestran el deterioro del cartílago y los huesos pueden ser útiles para confirmar un diagnóstico completo, especialmente si hay daño articular (erosión). Se pueden realizar análisis de sangre adicionales para evaluar el nivel de inflamación en las articulaciones.
¿Cuál es el pronóstico de la AR seropositiva?
Es probable que las personas con AR seropositiva tengan síntomas más graves que las que son seronegativas, aunque esto no es cierto en todos los casos.
Las personas con AR seropositiva tienen más probabilidades de desarrollar:
- nódulos reumatoides
- vasculitis
- problemas pulmonares reumatoides
También tienen un mayor riesgo de desarrollar afecciones asociadas, como enfermedades cardiovasculares.
A pesar de esto, la progresión de la enfermedad varía mucho y depende de muchos factores. Por tanto, es imposible predecir un pronóstico preciso.
Opciones de tratamiento
Como actualmente no existe una cura para la AR seropositiva, el tratamiento se centra en controlar el dolor y la inflamación y prevenir un mayor daño a las articulaciones.
Tradicionalmente, el tratamiento de la AR seropositiva puede incluir una combinación de terapia, atención domiciliaria, medicación y cirugía.
Terapia
Los especialistas paramédicos en el manejo de la AR, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales pueden ayudar a cambiar los hábitos diarios para reducir el estrés en las articulaciones.
Hay herramientas y dispositivos especiales disponibles para ayudar con el funcionamiento diario y limitar cualquier daño adicional a las articulaciones.
Cuidados en el hogar
Se recomienda que las personas con AR seropositiva se ejerciten con regularidad. El ejercicio ayuda a mantener las articulaciones en movimiento y fortalece los músculos.
Si está experimentando un brote, puede ser útil alternar entre compresas frías y calientes para controlar el dolor y la inflamación.
Medicamento
La clase de medicación más comúnmente utilizada para ayudar con la AR seropositiva es la terapia con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). Esta clase de medicamentos puede retrasar el desarrollo de la AR y ayudar a prevenir un mayor daño articular. El DMARD del que muchas personas han oído hablar es el metotrexato.
También puede tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno para ayudar a controlar el dolor y la inflamación.
Los esteroides como la prednisona también son efectivos para controlar los brotes de inflamación importantes y deben controlarse y reducirse a la dosis más baja posible y suspenderse tan pronto como se controlen los brotes.
Cirugía
Cuando el daño a las articulaciones es extremo, puede considerar la cirugía. Algunos procedimientos pueden ayudar a mejorar la movilidad y reducir el dolor en las articulaciones gravemente deformadas. A veces es necesario reemplazar las articulaciones por completo.
Sin embargo, existe la posibilidad de complicaciones, como infecciones, con la cirugía. Por esta razón, la cirugía solo se realiza en los casos en que se considera que los beneficios superan los riesgos.
Complicaciones
Las personas con AR seropositiva tienen un mayor riesgo de desarrollar afecciones asociadas, especialmente si su afección no se maneja bien. Algunas de las condiciones asociadas con la AR seropositiva son:
- síndrome del túnel carpiano
- inflamación generalizada
- daño articular
- enfermedad cardiovascular y pulmonar
- mielopatía cervical
- inflamación ocular
Outlook y cuando ver a su médico
Como se mencionó anteriormente, no existe cura para la AR seropositiva. Pero si maneja la afección de manera eficaz, podrá disfrutar de una buena calidad de vida.
Debe hablar con su médico tan pronto como comience a experimentar cualquiera de los síntomas notados de AR seropositiva, ya que un diagnóstico temprano y un tratamiento dirigido significarán menos daño en sus articulaciones y una progresión más lenta de la enfermedad.