Los moretones, también llamados contusiones, en el trasero no son tan infrecuentes. Este tipo de lesión generalmente menor ocurre cuando un objeto u otra persona hace un contacto contundente con la superficie de la piel y lesiona el músculo, los vasos sanguíneos diminutos llamados capilares y otros tejidos conectivos debajo de la piel.
Los moretones son especialmente comunes si practicas cualquier tipo de deporte que pueda (literalmente) golpearte el trasero, como:
- fútbol
- fútbol
- hockey
- béisbol
- rugby
También puede obtenerlos fácilmente si:
- siéntate demasiado fuerte
- ser golpeado en el trasero con demasiada fuerza con la mano de alguien o con otro objeto
- chocar contra una pared o mueble al revés o de lado
- recibir una inyección con una aguja grande en el trasero
Y como la mayoría de los otros hematomas, por lo general no son tan graves. Probablemente tendrá hematomas en todo el cuerpo a lo largo de su vida, algunos de los cuales puede mirar y pensar: ¿Como llegó eso ahí?
Pero, ¿cuándo un hematoma es solo un hematoma y cuándo vale la pena hablar con su médico? Entremos en los detalles.
Síntomas
Una mancha amarillenta, azulada, rojiza o dolorosa con un borde claro alrededor que la distingue de la piel circundante es el síntoma más visible de un hematoma.
El sangrado capilar es lo que causa el color azul rojizo de la mayoría de los hematomas. El daño muscular u otro tejido tiende a causar sensibilidad o dolor adicional alrededor del hematoma cuando lo toca.
La mayoría de las veces, estos son los únicos síntomas que notará y el hematoma desaparecerá por sí solo en unos pocos días. Los moretones más graves o los que cubren una gran área de piel pueden tardar más en sanar, especialmente si sigue recibiendo golpes en esa área.
Otros posibles síntomas de hematomas incluyen:
- tejido firme, hinchazón o un bulto de sangre acumulada debajo del área del hematoma
- dolor leve al caminar y ejercer presión sobre la nalga magullada
- opresión o dolor cuando mueve la articulación de la cadera cercana
Por lo general, ninguno de estos síntomas requiere una visita a su médico, pero si cree que su hematoma puede ser un síntoma de una lesión o afección más grave, consulte a su médico para que se lo diagnostique.
Diagnóstico
Consulte a su médico de inmediato si le preocupa un hematoma o sus síntomas después de una lesión.
En la mayoría de los casos, un hematoma no es motivo de preocupación, pero si los síntomas no desaparecen por sí solos después de unos días o empeoran con el tiempo, es posible que necesite atención médica inmediata.
Su médico comenzará por realizar un examen físico completo de todo su cuerpo, incluida la zona magullada en particular, para buscar signos de lesión grave.
Si a su médico le preocupa que pueda haber lesionado algún tejido alrededor del área del hematoma, también pueden usar tecnologías de imágenes para obtener una visión más detallada del área, como:
- Radiografía. Esto ayudará a encontrar huesos rotos o articulaciones lesionadas.
- Ultrasonido. Esto busca lesiones musculares, como un desgarro muscular con formación de hematoma.
- Resonancia magnética. Las resonancias magnéticas brindan imágenes tridimensionales detalladas de la parte baja de la espalda y la pelvis, especialmente si su médico sospecha que hay lesiones en la cadera o en la parte baja de la espalda que pueden involucrar nervios, como la compresión del nervio espinal.
- Tomografía computarizada. Estas imágenes pueden ayudar a encontrar lesiones en la región de los glúteos y la pelvis.
Tratos
Un típico hematoma en el trasero se trata fácilmente. Comience con el método RICE para reducir el dolor y la hinchazón:
- Descanso. Deje de hacer cualquier cosa que le haya causado hematomas, como practicar deportes, para evitar que se le formen más hematomas o ejercitar aún más los músculos o tejidos dañados. Si es posible, use almohadillas alrededor de su trasero para evitar cualquier contacto violento o traumático adicional.
- Hielo. Haga una compresa fría envolviendo una bolsa de hielo o una bolsa congelada de verduras en una toalla limpia y colocándola suavemente sobre el hematoma durante 20 minutos.
- Compresión. Envuelva un vendaje, esparadrapo u otro material de envoltura limpio con firmeza pero con cuidado alrededor del hematoma.
- Elevación. Eleve el área lesionada por encima del nivel de su corazón para evitar que la sangre se acumule. Esto es opcional para un hematoma en el trasero.
Continúe usando este método varias veces al día, 20 minutos cada vez, hasta que el dolor y la hinchazón ya no le molesten. Reemplace los vendajes al menos una vez al día, como cuando se baña o se ducha.
Aquí hay algunas otras formas de tratar un hematoma y sus síntomas:
- Toma un analgésico. Un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE), como el ibuprofeno (Advil), puede hacer que cualquier dolor que lo acompañe sea más llevadero.
- Aplicar calor. Puede usar una compresa tibia una vez que el dolor y la hinchazón iniciales hayan disminuido.
- Estiramientos o masajes suaves. Estos pueden ayudarlo a recuperar el rango de movimiento completo y aliviar cualquier dolor.
- Manténgase alejado. Descanse hasta que los hematomas, el dolor y la hinchazón hayan disminuido, especialmente si cree que sus músculos o articulaciones pueden haberse lesionado.
Algunas complicaciones de un hematoma severo en el trasero u otra lesión pueden requerir más que tratamientos caseros. Estos requieren el cuidado de su médico y pueden incluir:
- drenaje quirúrgico de la acumulación de sangre en un hematoma o presión causada por la acumulación de líquido debido al síndrome compartimental
- Extirpación quirúrgica del tejido óseo que crece en el músculo debido a la miositis osificante.
Cuando ver a un doctor
Consulte a su médico de inmediato si experimenta alguno de los siguientes síntomas:
- entumecimiento o pérdida de sensibilidad en el trasero o en una o ambas piernas
- pérdida parcial o total de la capacidad para mover las caderas o las piernas
- incapacidad para soportar peso en las piernas
- dolor severo o agudo en el trasero, las caderas o las piernas, ya sea que se esté moviendo o no
- sangrado externo abundante
- dolor o malestar abdominal, especialmente si se acompaña de náuseas o vómitos
- una mancha de sangre purpúrea, o púrpura, que aparece sin una lesión
Siga las instrucciones de su médico acerca de volver a practicar deportes u otras actividades físicas después de un hematoma importante o una lesión en el trasero. Volver a la acción demasiado rápido puede causar más lesiones, especialmente si los músculos u otros tejidos no se han curado por completo.
Prevención
Tome algunas de las siguientes medidas para evitar que se produzcan moretones en el trasero y otras lesiones en el trasero:
- Protégete a ti mismo. Use almohadillas protectoras u otro equipo de protección cuando practique deportes u otras actividades que puedan golpearlo.
- Esté seguro cuando juegue. No haga ningún movimiento audaz o arriesgado durante un juego o mientras esté activo si no hay nada que pueda detener su caída, como almohadillado en el suelo.
La línea de fondo
Los moretones en el trasero no suelen ser un asunto serio. Los moretones pequeños y leves deberían comenzar a desaparecer en unos pocos días por sí solos, y los moretones más grandes pueden tardar más de un par de semanas en sanar por completo.
Consulte a su médico lo antes posible si nota algún síntoma anormal, como entumecimiento, hormigueo, pérdida del rango de movimiento o sensación, o si los síntomas no desaparecen por sí solos. Su médico puede diagnosticar cualquier lesión o afección subyacente que pueda estar afectando su hematoma.