Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el peso de un niño de 12 años suele estar entre 67 y 130 libras, y el peso del percentil 50 para los niños es de 89 libras.
El CDC también informa que el peso de una niña de 12 años suele estar entre 68 y 135 libras, y el peso del percentil 50 para las niñas es de 92 libras.
Si su hijo está en el percentil 50 de peso, significa que de cada 100 niños de su edad, 50 pueden pesar más que ellos y los otros 50 pueden pesar menos. Si su hijo está en el percentil 75, significa que de cada 100 niños de su edad, 25 pueden pesar más y 75 pueden pesar menos.
A medida que los niños se acercan a la pubertad, su peso puede variar mucho. Según Johns Hopkins Medicine, algunos niños pueden comenzar la pubertad a los 8 años, mientras que otros no ven cambios hasta que se acercan a los 14 años.
Durante la pubertad, los niños crecen (hasta 10 pulgadas) antes de alcanzar su estatura adulta. También ganan músculo y desarrollan nuevos depósitos de grasa a medida que sus cuerpos se parecen más a los de los adultos.
Toda esta transformación puede conducir a cambios significativos en el peso y sentimientos de timidez.
Peso medio de un niño de 12 años
Los niños de doce años pesan con mayor frecuencia entre 67 y 130 libras, con 89 libras marcando el percentil 50.
Peso medio de una niña de 12 años
Las niñas de 12 años pesan con mayor frecuencia entre 68 y 135 libras, siendo 92 libras el marcador del percentil 50.
¿Qué factores controlan el promedio?
Determinar cuánto debe pesar un niño de 12 años puede ser más complicado que trazar números en un gráfico. Varios factores afectan el peso apropiado para los niños de 12 años.
Tasa de desarrollo
Cuando comienza la pubertad, el peso de un niño puede cambiar rápidamente debido al aumento de la altura, la masa muscular y las reservas de grasa.
Dado que la pubertad puede comenzar en cualquier momento entre los 8 y los 14 años, algunos niños de 12 años pueden haber terminado el proceso, mientras que otros recién comienzan o no comenzarán la pubertad hasta dentro de un par de años.
Altura y maquillaje corporal
La altura de su hijo también influye en su peso. Los niños más altos pueden pesar más que sus compañeros más bajos, pero esta no es una regla estricta. La forma del cuerpo, la masa muscular y el tamaño del cuerpo también influyen en el peso.
Por ejemplo, un niño atlético que tiene más músculo que grasa puede pesar más porque el músculo pesa más que la grasa. Por otro lado, un niño más delgado puede no tener mucho músculo o grasa y puede estar en el extremo más ligero de la escala.
Genética
La altura, la masa corporal y otras características corporales de un niño también están influenciadas por genes heredados de los padres. Esto significa que, independientemente de la dieta y los hábitos de ejercicio del niño, su peso puede estar predeterminado de alguna manera.
Localización
El lugar donde crece un niño también puede afectar su peso y tamaño corporal general. La pubertad comienza a diferentes edades en todo el mundo. Por ejemplo, en promedio, la pubertad comienza antes en el norte de Europa que en el sur de Europa, posiblemente debido a las tasas de obesidad y factores genéticos.
En otras áreas del mundo, el peso puede verse afectado por factores como el nivel socioeconómico y el acceso a los alimentos. Las prácticas culturales también juegan un papel.
Cómo se determina el peso saludable mediante el índice de masa corporal (IMC)
Los médicos usan una fórmula llamada índice de masa corporal (IMC) para averiguar si el peso de una persona está dentro de un rango saludable. El IMC es una forma de determinar cuánta grasa corporal tiene una persona basándose solo en su peso y altura.
El IMC tiene algunas limitaciones, porque no tiene en cuenta factores como la composición corporal (músculo versus grasa) y el tamaño del cuerpo. El cálculo del percentil del IMC para niños y adolescentes tiene en cuenta la edad y el sexo y se denomina IMC para la edad.
El CDC ofrece una calculadora de IMC en línea específica para niños y adultos jóvenes de 19 años o menos. Solo necesita ingresar la edad, el sexo, la altura y el peso de su hijo.
Los resultados se corresponden con las tablas de crecimiento de los CDC y están clasificados por percentiles.
Por qué esta información es importante
El pediatra de su hijo usa el IMC para la edad para rastrear el crecimiento de su hijo de un año a otro. Esto es importante porque un IMC en el rango de sobrepeso u obesidad puede poner a su hijo en riesgo de desarrollar problemas de salud como diabetes tipo 2, colesterol alto o presión arterial alta.
Los niños con sobrepeso también tienen más probabilidades de tener sobrepeso en la edad adulta.
Con esta información, puede trabajar con el médico de su hijo para ayudarlo a alcanzar o mantener un peso saludable.
Hablar con su hijo sobre el peso y la imagen corporal
La pubertad puede ser un momento emocional para los niños, ya que sus cuerpos y hormonas cambian drásticamente en poco tiempo. Es posible que tengan muchos sentimientos o inseguridades nuevos y es posible que no sepan cómo explicárselos.
Puede ser útil sentarse con su hijo, incluso antes de que le hagan preguntas, para explicarle qué es la pubertad y qué significa con respecto a los cambios que experimentará.
Explique que las personas vienen en diferentes formas y tamaños.
La creación de una imagen corporal positiva comienza con la comprensión de que no todo el mundo debe tener el mismo estándar de belleza. Incluso puede considerar pedirle a su hijo que haga una lista de las cosas que le gustan de sí mismo, físicas y de otro tipo.
Aborde lo que su hijo ve en los medios
Las imágenes en televisión, revistas y redes sociales contribuyen a la presión de los compañeros y promueven cierto tipo de cuerpo "ideal" que puede no ser saludable para todos.
Eche un vistazo a su autoestima en torno a los problemas corporales.
Modele comportamientos positivos que espera que su hijo emule. Hable sobre los atributos positivos de usted y de su hijo que van más allá de lo físico.
Recuérdele a su hijo que no está solo
Recuérdeles que todo el mundo atraviesa los cambios de la pubertad. También dígales que no todos experimentarán esos cambios al mismo tiempo. Algunos niños pueden comenzar antes, mientras que otros comienzan más tarde.
Mantenga abiertas las líneas de comunicación
Dígale a su hijo que está disponible siempre que necesite hablar y para lo que quiera hablar.
Hábitos alimenticios saludables para un niño de 12 años
Llevar una dieta equilibrada contribuirá al crecimiento y desarrollo saludables de los niños de cualquier peso.
Haga un esfuerzo por ofrecer a su hijo alimentos integrales, como frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa, proteínas magras y grasas saludables, si esos alimentos están disponibles para usted.
No se preocupe por los números, pero trate de asegurarse de que su hijo ingiera una cantidad adecuada de calorías todos los días.
Los niños activos de 12 años deben consumir entre 2000 y 2600 calorías. Los niños algo activos deben consumir de 1800 a 2200 calorías. Los niños que no son tan activos deben consumir entre 1.600 y 2.000 calorías.
Para las niñas, estos rangos son de 1.800 a 2.200; 1.600 a 2.000; y 1.400 a 1.600, respectivamente.
Anime a su hijo a comer con atención y a escuchar las señales de su cuerpo en busca de hambre y saciedad. Prestar atención a las señales del cuerpo ayuda a evitar comer en exceso.
Puede ser útil decirle a su hijo que se pregunte "¿Tengo hambre?" antes de picar y "¿Estoy satisfecho?" mientras pique.
Comience a educar a su hijo sobre el tamaño de las porciones y la importancia de evitar distracciones mientras come.
Asegúrese de que su hijo no se salte las comidas ni esté demasiado ocupado para comer suficientes calorías para impulsar su desarrollo.
Quitar
Si le preocupa el peso de su hijo, comuníquese con su pediatra, quien ha estado registrando el peso con regularidad en las visitas al consultorio y puede explicarle los percentiles que se aplican a su hijo.
De lo contrario, recuerde que la pubertad es un momento de gran cambio físico que ocurre en una línea de tiempo diferente para cada niño. Escuchar las preocupaciones de su hijo y ser abierto y honesto sobre los cambios corporales puede ayudar a crear hábitos saludables que se mantengan de por vida.