La autonofobia es el miedo a las figuras humanas, como maniquíes, figuras de cera, estatuas, muñecos, animatrónicos o robots.
Es una fobia específica o miedo a algo que causa estrés y ansiedad excesivos y significativos y puede afectar negativamente la calidad de vida de una persona.
Veamos algunos de los síntomas y causas de las fobias, así como también cómo se diagnostica y trata esta fobia específica.
¿Cuáles son los síntomas de la autofobia?
La autonofobia provoca una respuesta de miedo automática e incontrolable a las figuras de apariencia humana. Ver o pensar en estas figuras de apariencia humana puede provocar ansiedad en algunas personas. La pediofobia es un miedo a las muñecas y es una fobia relacionada.
Las investigaciones han demostrado que las personas con fobias han aumentado la detección visual de amenazas de su miedo, incluso cuando simplemente ven imágenes de ese miedo. Los síntomas incluyen síntomas tanto psicológicos como físicos de ansiedad.
Algunos de los síntomas psicológicos de la autofobia incluyen:
- agitación
- inquietud
- preocupación constante
- disminución de la concentración
- problemas para dormir
- ataques de ansiedad
Algunos de los síntomas físicos de la autofobia incluyen:
- aumento de la frecuencia cardíaca
- dificultad para respirar y dolor de pecho
- náusea
- Diarrea
- sudando y temblando
- mareos y desorientación
Muchos de los síntomas físicos anteriores son signos de un ataque de pánico o ansiedad, que puede ocurrir después de la exposición a una fobia.
¿Qué causa la autofobia?
Según la investigación, existen dos causas principales para el desarrollo de una fobia.
Cuando la autofobia se desarrolla debido a un evento traumático relacionado con figuras de apariencia humana, se conoce como fobia experiencial. Este evento traumático podría ser una película de terror con figuras de apariencia humana o un evento en persona con figuras de apariencia humana.
Cuando la autofobia se desarrolla sin un evento traumático, se conoce como fobia no experiencial. Estas fobias pueden desarrollarse por una variedad de razones, como:
- Genética. Tener un familiar con autofobia puede aumentar el riesgo de que usted desarrolle la misma fobia.
- Ambiente. La mención de un evento traumático relacionado con figuras humanas puede causar autofobia en algunos individuos.
- Desarrollo. El desarrollo temprano del cerebro puede hacer que alguien sea más susceptible a desarrollar este tipo de fobia.
En un estudio, los investigadores encontraron que el desarrollo de fobias específicas incluso puede estar relacionado con genes específicos que también predisponen a las personas a un aumento de los trastornos de ansiedad a lo largo de su vida.
¿Cómo se diagnostica la autofobia?
Para diagnosticar una fobia, su médico primero querrá asegurarse de que no haya condiciones subyacentes que causen su ansiedad. Algunas afecciones físicas, como los tumores cerebrales o los desequilibrios de nutrientes, pueden causar ansiedad persistente.
Una vez que su médico haya determinado que no existe una causa subyacente, utilizará los criterios de diagnóstico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5) para diagnosticar una fobia.
Según los criterios del DSM-5, es posible que tenga una fobia específica como la autofobia si:
- experimenta un miedo persistente, excesivo o irracional a las figuras humanas
- La exposición a figuras de apariencia humana provoca síntomas de ansiedad inmediatos o ataques de pánico.
- su miedo es desproporcionado a la amenaza que estas figuras de apariencia humana representan para usted
- evita activamente cualquier situación en la que tenga que ver o estar cerca de figuras humanas; o si se encuentra en una situación en la que está expuesto a ellos, experimenta una ansiedad intensa
- su calidad de vida y su funcionamiento diario se ven gravemente afectados por este miedo
- ha tenido este miedo durante al menos 6 meses, y es constante
- No hay otros trastornos mentales subyacentes que estén causando principalmente este miedo.
¿Existe tratamiento para la autofobia?
Si se diagnostica una fobia, puede comenzar el tratamiento de inmediato. El tratamiento para la autofobia puede incluir tanto la terapia cognitivo-conductual (TCC) como la terapia de exposición, un subconjunto de la TCC. En algunos casos, puede ser necesaria la medicación.
Terapia de conducta cognitiva
La TCC es una forma popular de psicoterapia que le enseña cómo desafiar sus patrones de pensamiento negativos para que pueda cambiar sus patrones de comportamiento.
Se ha utilizado para tratar con éxito afecciones como la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno bipolar y más.
La investigación ha demostrado que la TCC puede alterar con éxito los circuitos cerebrales relacionados con estas afecciones, lo que la convierte en una opción de terapia eficaz para la ansiedad y las fobias graves.
Para las personas con síntomas de ansiedad causados por la autofobia, la TCC puede ser una primera línea de tratamiento eficaz.
Terapia de exposición
La terapia de exposición es un subconjunto de la TCC que se centra en la exposición al miedo o una forma de la cosa o situación temida en un entorno seguro. Esta exposición segura está diseñada para reducir la evitación y otras conductas de fobia relacionadas con la ansiedad.
Para las personas con autofobia, esta terapia puede ayudar enormemente a mejorar la calidad de vida, especialmente si la persona ha estado evitando actividades debido a su miedo.
La exposición frecuente y segura también puede ayudar a reducir la respuesta inmediata al miedo y los síntomas de ansiedad que ocurren cuando una persona está expuesta a figuras humanas.
Terapias experimentales
La terapia de realidad virtual es un enfoque más reciente de la terapia de fobia que implica la inmersión en una realidad virtual para permitir que alguien interactúe o se exponga a su miedo.
Para las personas con autofobia, esta exposición puede implicar la inmersión en un mundo virtual que contiene figuras de apariencia humana. Al igual que la terapia de exposición, la investigación ha demostrado que puede ser un enfoque eficaz para el tratamiento de la fobia cuando se combina con otras opciones de psicoterapia.
Medicamentos
Cuando la TCC y la terapia de exposición no son suficientes, también se pueden usar medicamentos como parte del tratamiento.
Si bien los antidepresivos pueden usarse para tratar los síntomas de la autofobia a largo plazo, las benzodiazepinas pueden usarse para los síntomas a corto plazo.
Sin embargo, es posible que un profesional de la salud mental no recete medicamentos como las benzodiazepinas debido al mayor riesgo de dependencia.
ayuda para la ansiedad y las fobiasSi está buscando opciones de tratamiento para la autofobia, existen recursos que pueden ayudarlo. El sitio web del Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene una herramienta que puede ayudarlo a localizar opciones de tratamiento cerca de usted.
Además, a continuación se incluye una lista de organizaciones que se especializan en tratamientos de salud mental. Puede visitar los sitios web enumerados para obtener más información sobre las opciones de tratamiento en su área:
- Línea de vida nacional para la prevención del suicidio. Esta es una línea de ayuda gratuita disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, para personas en crisis que puedan estar considerando quitarse la vida.
- Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI). Este es un recurso que tiene tanto una línea telefónica de crisis como una línea de texto para crisis para cualquier persona que necesite asistencia inmediata.
- Instituto Nacional de Salud Mental (NIH). Este es un recurso que puede ayudarlo a encontrar tanto opciones de ayuda a largo plazo como ayuda inmediata.
La línea de fondo
La autonofobia es un miedo excesivo y persistente a las figuras humanas. El miedo a estas figuras puede surgir de una experiencia personal traumática o debido a una variedad de factores genéticos o ambientales.
Su profesional de salud mental utilizará los criterios del DSM-5 para diagnosticar esta fobia para que pueda comenzar el tratamiento. Las opciones de tratamiento incluyen terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición y, en algunos casos, medicación.