Como su nombre lo indica, la arteria testicular es el vaso sanguíneo principal responsable de suministrar sangre oxigenada a cada uno de los testículos. Por lo tanto, se encuentra solo en hombres, aunque se encuentran estructuras similares dentro de los órganos sexuales femeninos. A veces se le llama arteria gonadal masculina o, en textos más antiguos, arteria espermática interna.
Cada arteria testicular es una rama de la aorta abdominal. Normalmente, solo está presente una arteria testicular por testículo, pero se han encontrado múltiples arterias testiculares por testículo en ciertos individuos.
Estas arterias son vasos largos y delgados que pasan por detrás del peritoneo, una capa delgada de tejido que recubre el abdomen, el recto y la vejiga. Al llegar al área escrotal, las arterias testiculares se ramifican y comienzan a irrigar el epidídimo (conductos que almacenan y transportan los espermatozoides) y el uréter (un conducto que transporta la orina desde los riñones y la vejiga urinaria), así como los testículos.
Aunque la arteria testicular es el principal proveedor de sangre para el testículo, existe cierta redundancia debido a la presencia de la arteria cremastérica y la arteria del conducto deferente. El daño a la arteria testicular puede causar un mal funcionamiento testicular, pero es más probable que el órgano funcione adecuadamente a través de estos suministros de sangre colaterales.
