Las anomalías de las extremidades esqueléticas son problemas en la estructura ósea de sus brazos o piernas. Pueden afectar una parte de su extremidad o toda la extremidad. Por lo general, estos problemas están presentes al nacer y, a veces, los bebés nacen con anomalías en más de una extremidad.
Ciertas enfermedades o lesiones pueden alterar el crecimiento normal de la estructura ósea y provocar también anomalías esqueléticas.
Tipos de anomalías de las extremidades esqueléticas
Anomalías congénitas
Una anomalía esquelética congénita está presente cuando nace. La anomalía puede significar que una de sus extremidades es más pequeña o más grande de lo normal o que tiene más dedos de manos o pies de lo normal. También es posible que le falte un brazo o una pierna completos, o que le falte un segmento de una de sus extremidades o que tenga dedos de las manos y de los pies que no estén completamente separados entre sí.
Las anomalías congénitas de las extremidades son raras. Estas anomalías pueden ocurrir debido a un problema cromosómico o, en algunos casos, las anomalías congénitas de las extremidades pueden ser el resultado de una madre que toma medicamentos recetados durante el embarazo.
En los Estados Unidos, aproximadamente 1,500 bebés nacen con anomalías esqueléticas en los brazos y aproximadamente la mitad de los recién nacidos tienen anomalías esqueléticas en las piernas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Anormalidades adquiridas
Una anomalía adquirida es aquella que ocurre después del nacimiento. Esta condición ocurre si nació con extremidades normales pero experimentó una fractura ósea durante la niñez. El hueso roto puede crecer más lentamente de lo normal, lo que hace que el brazo o la pierna afectados se desarrollen de manera anormal.
Algunas enfermedades, como el raquitismo y la artritis reumatoide, pueden afectar negativamente la estructura ósea y provocar anomalías en las piernas o los brazos.
¿Cuáles son los síntomas de las anomalías de las extremidades esqueléticas?
Si nació con una anomalía en la extremidad esquelética, los síntomas externos pueden ser obvios, como:
- una extremidad que no está completamente formada o le falta un componente
- una pierna o brazo más corto que el otro
- piernas o brazos que no están en proporción con el resto de su cuerpo
En el caso de anomalías adquiridas en las extremidades, es posible que no tenga ningún síntoma externo. Algunos signos comunes de una anomalía adquirida en una extremidad son:
- una pierna parece ser más corta que la otra pierna
- dolor en la cadera, rodilla, tobillo o espalda
- un hombro parece desplomado en comparación con el otro
- marcha inusual, como cojera, rotación de la pierna de una manera inusual o caminar de puntillas
Causas de anomalías de las extremidades esqueléticas
Actualmente, las causas de las anomalías congénitas de las extremidades esqueléticas no se comprenden completamente. Los posibles factores de riesgo incluyen:
- estar expuesto a virus, medicamentos o productos químicos antes del nacimiento
- consumo de tabaco por parte de la madre durante el embarazo
- tener otros tipos de anomalías, como onfalocele, un defecto cardíaco o gastrosquisis
- síndrome de bandas de constricción congénita, en el que bandas de tejido amniótico se enredan en sus brazos o piernas antes de su nacimiento
Las anomalías adquiridas en las extremidades pueden deberse a una lesión infantil. Algunas de estas lesiones provocan un crecimiento óseo más lento. También pueden ser causados por una serie de enfermedades que afectan su estructura ósea, que incluyen:
- raquitismo o deficiencia de vitamina D
- Síndrome de Marfan, un trastorno del tejido conectivo
- Síndrome de Down, un trastorno genético que involucra cromosomas adicionales.
¿Cómo diagnostican los médicos las anomalías de las extremidades esqueléticas?
Si la anomalía está presente cuando nace, generalmente se puede diagnosticar de inmediato con un examen físico.
Una anomalía esquelética adquirida requiere un examen bastante extenso. Este procedimiento incluye ver su historial médico, realizar un examen físico y medir sus extremidades. También se pueden usar radiografías, tomografías computarizadas y otros tipos de imágenes médicas para ver la estructura ósea subyacente y diagnosticar anomalías.
¿Qué tratamientos hay disponibles?
Hay tres objetivos principales del tratamiento para las anomalías congénitas de las extremidades, que incluyen:
- Fomentar el desarrollo de la extremidad afectada.
- mejorar la apariencia de la extremidad afectada
- ayudarlo a adaptarse a los problemas cotidianos que pueden ser causados por la anomalía
Su médico lo ayudará a decidir el mejor tipo de tratamiento para su afección específica.
Dispositivos de apoyo
Su médico puede recetarle un brazo o pierna artificial, conocido como miembro protésico. Funciona en lugar de una extremidad normal.
En algunos casos, su extremidad afectada puede estar presente pero debilitada. Se puede usar un aparato ortopédico o una férula para sostener la extremidad afectada para que pueda funcionar normalmente.
Terapia física o ocupacional
En algunos casos, su médico puede recomendar terapia ocupacional o fisioterapia para ayudar a ejercitar y fortalecer su extremidad afectada.
Cirugía
A veces, es necesaria una cirugía para reparar una anomalía en la estructura de la pierna. Dos tipos de cirugía son la epifisiodesis y el acortamiento femoral. La epifisiodesis es un procedimiento cuidadosamente programado para detener el crecimiento normal de una pierna de modo que la pierna más corta pueda alcanzar la misma longitud. El acortamiento femoral es un procedimiento en el que se extrae parte del fémur o hueso del muslo.
Alargamiento de extremidades
Su médico podría recomendarle alargar una extremidad corta a través de un proceso gradual llamado alargamiento de la extremidad. Para este procedimiento, su médico cortará su hueso y usará un dispositivo externo para aumentar gradualmente la longitud de su pierna en el transcurso de varios meses a un año. Este procedimiento puede ser doloroso y tiene un mayor potencial de complicaciones que otros tratamientos.
Perspectivas a largo plazo para las anomalías de las extremidades esqueléticas
Como niño con una anomalía en la extremidad esquelética, puede enfrentar una variedad de dificultades físicas y emocionales. Su experiencia dependerá de dónde se encuentre la anomalía y qué tan grave sea. Los posibles problemas incluyen:
- problemas para desarrollar habilidades motoras y otros hitos físicos
- limitaciones en la participación deportiva u otras actividades
- ser objeto de burlas o ser excluido debido a diferencias en su apariencia
- necesita ayuda en actividades personales, como comer o bañarse
El tratamiento médico continuo para las anomalías de las extremidades esqueléticas puede ayudarlo a lograr un funcionamiento e independencia óptimos. Muchas personas con algún tipo de deformidad en las extremidades pueden llevar una vida productiva y saludable.
Prevención de anomalías de las extremidades esqueléticas
No existe una forma segura de prevenir que ocurran anomalías en las extremidades esqueléticas. En cambio, la atención se centra en la detección y el tratamiento tempranos.
Las mujeres embarazadas pueden reducir las posibilidades de anomalías en las extremidades de sus bebés tomando una vitamina prenatal que incluya ácido fólico. También se recomienda que las mujeres embarazadas eviten el consumo de tabaco y alcohol.