El sangrado de implantación es un sangrado leve que a veces ocurre cuando un óvulo fertilizado se implanta en el revestimiento del útero. Esto suele ocurrir entre 6 y 12 días después de la fertilización.
Durante la implantación, los vasos sanguíneos del revestimiento uterino pueden estallar y liberar sangre.
Puede ser fácil confundirlo con el comienzo de su período, pero el sangrado de implantación a veces se acompaña de otros síntomas, como:
- dolores de espalda, especialmente en la espalda baja
- sensibilidad en los senos
- dolores de cabeza
- calambres leves
- Náuseas leves
¿Qué tan pesado puede ser?
El sangrado de implantación suele ser bastante leve y solo dura uno o dos días. Puede ser suficiente para justificar el uso de un pantimedias, pero por lo general no es suficiente para empapar un tampón o mal.
Aún así, la implantación puede ser más pesada en casos raros. Por lo general, esto solo ocurre en aquellos que tienen un trastorno hemorrágico subyacente que afecta la capacidad de coagulación de la sangre.
¿Puede ser rojo?
El sangrado de implantación suele ser de un color más claro que la sangre menstrual, que suele ser de color rojo oscuro.
Generalmente, el sangrado de implantación puede variar en color desde un rosa claro hasta un color similar al óxido.
¿Puede causar coágulos?
El sangrado de implantación no suele producir coágulos. La coagulación suele ser el resultado de un flujo o sangrado menstrual más abundante.
¿Qué más podría ser?
Sangrar fuera de su ciclo menstrual habitual no siempre es sangrado de implantación. Esto es especialmente cierto si el sangrado es abundante.
Otras causas potenciales de sangrado abundante inusual incluyen:
- Trastornos hemorrágicos. La hemofilia, la enfermedad de von Willebrand u otros trastornos pueden causar sangrado incontrolado o excesivo.
- Infección cervical. Estos pueden deberse a una infección de transmisión sexual, como clamidia o gonorrea.
- Embarazo ectópico. Esta condición ocurre cuando el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, a menudo en la trompa de Falopio. Esta es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato.
- Control de la natalidad. Una infección de un dispositivo intrauterino (DIU) o cambios hormonales debido a las píldoras anticonceptivas pueden causar sangrado.
- Cáncer uterino. Una causa poco común de hemorragia uterina, es posible que el cáncer de útero pueda causar síntomas similares a la hemorragia de implantación.
- Fibras uterinas. Estos crecimientos uterinos no cancerosos pueden causar sangrado.
- Pólipos uterinos. El crecimiento excesivo de células uterinas puede provocar pólipos uterinos, que pueden sangrar debido a cambios hormonales.
Cuando ver a un doctor
Es mejor hacer un seguimiento con su proveedor de atención médica sobre cualquier sangrado uterino inusual, especialmente si es en el lado más pesado o está acompañado de coágulos.
Si ya está embarazada y experimenta lo que parece ser un sangrado de implantación, es posible que experimente un síntoma bastante común al principio del embarazo.
Según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, se estima que entre el 15 y el 25 por ciento de las mujeres experimentan sangrado en el primer trimestre. Esto puede deberse a que el cuello uterino desarrolla vasos sanguíneos adicionales para apoyar el crecimiento del útero de una mujer durante el embarazo.
Aún así, la única forma de estar seguro de la causa subyacente de su sangrado es consultar a su proveedor de atención médica. Dependiendo de sus otros síntomas e historial médico, es probable que comiencen con algunos análisis de sangre y una ecografía.
La línea de fondo
El sangrado de implantación puede ser uno de los primeros signos de embarazo. Sin embargo, el sangrado de implantación no suele ser abundante a menos que tenga un trastorno hemorrágico subyacente.
Si experimenta sangrado abundante fuera de su ciclo menstrual, programe una cita con su proveedor de atención médica. Pueden ayudar a encontrar la causa y brindar opciones de tratamiento.