¿Qué es la placentofagia?
La práctica de las mujeres que comen sus placentas después de dar a luz se conoce como placentofagia. A menudo se practica en partos en el hogar y comunidades de salud alternativa.
El interés en la placentofagia ha cobrado impulso desde que las celebridades de Hollywood compartieron que se comieron sus placentas después de dar a luz.
¿Es seguro comerse la placenta? Siga leyendo para obtener más información sobre lo que dicen los expertos y defensores de la práctica.
Beneficios de comerse la placenta
Los humanos son uno de los pocos mamíferos que habitualmente no comen sus placentas. Los camellos, llamas y mamíferos marinos son otras excepciones conocidas.
Los partidarios afirman que los beneficios de la placentofagia incluyen:
- mejorando la lactancia
- prevenir la depresión posparto
- aliviar el dolor
- la vinculación con su bebé
- aumentando la energía
Hay una variedad de formas en que las mujeres preparan la placenta para el consumo. Éstos incluyen:
- vaporizar y deshidratar la placenta y convertirla en cápsulas
- hervir la placenta y comerla como un trozo de carne
- agregando la placenta a un batido
Algunas mujeres comen la placenta cruda, inmediatamente después del nacimiento. Algunas personas agregan hierbas u otros ingredientes a su placenta. También puede encontrar recetas en línea.
La evidencia
Internet está lleno de historias anecdóticas sobre el comer placenta, tanto positivas como negativas. En una encuesta publicada en Ecology of Food and Nutrition, el 76 por ciento de las 189 mujeres encuestadas tuvo una experiencia positiva al comerse la placenta.
Algunos informaron efectos negativos, que incluyen:
- sabor y olor desagradables de la placenta o de las cápsulas de placenta
- aumento del sangrado vaginal
- aumento de las contracciones uterinas
- problemas digestivos
- aumento en la cantidad e intensidad de los sofocos
- aumento de la ansiedad
Hay poca investigación científica definitiva sobre los beneficios y la seguridad de la placentofagia. Muchos de los estudios que existen están fechados o se centran en la práctica de la placentofagia entre mamíferos no humanos.
Sin embargo, un estudio de 2016 encontró que la ingestión de placenta podría contribuir a la aparición tardía del grupo B Estreptococo infección, que puede ser una infección grave y, en ocasiones, mortal.
Lo que necesitas saber
Si decide comerse la placenta, hay algunas cosas que debe considerar para que el proceso sea seguro.
La placenta es como cualquier otro órgano. Puede estropearse y albergar bacterias peligrosas. Si no lo procesa y come de inmediato, congélelo hasta que esté listo para usarlo.
No está claro si la placenta pierde su potencia y sus beneficios nutricionales cuando se cuece al vapor o se hierve. Tenga esto en cuenta al considerar los métodos de preparación.
También existe la preocupación de que las mujeres que experimentan depresión posparto puedan depender de comerse su placenta para obtener alivio en lugar de buscar ayuda profesional. Los síntomas de la depresión posparto incluyen:
- pérdida de apetito
- irritabilidad intensa y enojo o tristeza y desesperanza
- cambios de humor severos
- dificultad para relacionarse con su bebé
- sentimientos de vergüenza, culpa o insuficiencia
- pensamientos de hacerse daño a sí misma oa su bebé
Si come su placenta y luego descubre que su depresión empeora, consulte a su médico.
Y asegúrese de comprender los posibles efectos secundarios. Si comienza a sentirse enfermo o tiene efectos secundarios negativos, deje de comer la placenta y llame inmediatamente a su médico.
La comida para llevar
¿Es seguro comerse la placenta? El veredicto está todavía fuera. Comer su placenta puede aumentar su riesgo de contraer una infección grave. Por otro lado, puede contribuir a pequeñas mejoras en el estado de ánimo y la fatiga. Se necesita investigación adicional.
Dado que los efectos secundarios pueden ser graves, hable con su médico sobre los pros y contras y su situación de salud personal antes de comerse la placenta.