¿Qué es el SII?
El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección crónica del intestino grueso. Afecta a alrededor del 10 al 15 por ciento de las personas en todo el mundo. Los síntomas pueden desarrollarse a cualquier edad, pero según la Clínica Mayo, el SII ocurre con más frecuencia en mujeres y personas menores de 50 años.
Algunas personas tienen SII con estreñimiento o SII con diarrea. Otros experimentan episodios alternos de estreñimiento y diarrea. Aunque el SII afecta los intestinos, esta afección no daña el tejido intestinal ni causa cáncer de colon.
Comprender por qué ocurre el SII y recibir tratamiento puede reducir la frecuencia de los ataques y mejorar su calidad de vida. Esto es lo que necesita saber sobre los ataques de IBS y cómo tratarlos.
Síntomas de un ataque
Los síntomas comunes del SII incluyen:
- dolor de estómago
- hinchazón
- gas
- Diarrea
- estreñimiento
- moco en las heces
Algunas personas también experimentan otros síntomas como náuseas, indigestión, espasmos intestinales y regurgitación. Las mujeres que tienen SII pueden notar que sus síntomas empeoran durante su ciclo menstrual.
Causas de un ataque
Se desconoce la causa exacta del SII, pero ciertos factores pueden desencadenar un ataque. Una creencia es que las contracciones musculares fuertes o débiles en los intestinos provocan síntomas.
Si tiene contracciones fuertes, la comida puede pasar a través de su tracto digestivo demasiado rápido, lo que resulta en diarrea. Pero cuando las contracciones disminuyen o se debilitan, las heces son más difíciles de evacuar. Esto puede provocar estreñimiento.
El síndrome del intestino irritable también puede surgir debido a:
- inflamación
- un crecimiento excesivo de bacterias
- una infección bacteriana en los intestinos
Las señales mal coordinadas entre su cerebro y los nervios en su tracto intestinal también pueden desencadenar síntomas.
Los factores de riesgo que contribuyen al SII incluyen ansiedad o depresión y tener antecedentes familiares de la afección.
La gravedad de un ataque de SII varía de una persona a otra. Los síntomas tienden a aparecer y desaparecer durante un período prolongado. Cuando ocurre un ataque, los síntomas pueden mejorar después de unas horas o días. Algunas personas, sin embargo, viven con síntomas a diario durante semanas o meses.
Su médico puede diagnosticar IBS si experimenta dolor de estómago (relacionado con una evacuación intestinal) que persiste durante al menos un día a la semana durante un período de tres meses, o si hay un cambio en la frecuencia y consistencia de sus deposiciones.
Tratamiento para un ataque
Debido a que el IBS es una afección crónica, es posible que no desaparezca por completo. Sin embargo, los medicamentos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudarlo a controlar la afección y reducir la frecuencia de los ataques.
Evite los desencadenantes de alimentos
Lo que come podría desencadenar un ataque, por lo que su médico puede sugerir cambios en la dieta. Los alimentos que desencadenan el síndrome del intestino irritable difieren de una persona a otra. Pero, por lo general, los alimentos y bebidas que provocan síntomas incluyen:
- bebidas carbonatadas
- alcohol
- cafeína
- ciertas frutas y verduras
Prueba una dieta de eliminación
Es importante identificar sus factores desencadenantes individuales. Para hacer esto, su médico puede recomendarle una dieta de eliminación. Esto involucra:
- eliminar ciertos alimentos y bebidas de su dieta
- monitorear sus síntomas para mejorar
- reintroducir lentamente estos alimentos uno a la vez
Lleve un diario de alimentos para hacer un seguimiento de lo que come y bebe y registre cualquier síntoma de SII que desarrolle. Esta técnica ayuda a identificar los alimentos o bebidas que causan sus ataques.
Una dieta de eliminación puede revelar sensibilidad al gluten. Si es así, mantener una dieta sin gluten puede mejorar sus síntomas. Si vuelve a introducir trigo, cebada o centeno en su dieta, sus síntomas podrían reaparecer.
De manera similar, sus síntomas pueden mejorar si evita las verduras con alto contenido de gases como el repollo, la coliflor y el brócoli.
Esté atento a la sensibilidad a los carbohidratos
Tenga en cuenta que también puede ocurrir un ataque de SII si es sensible a ciertos carbohidratos. Estos se conocen como FODMAPS (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) e incluyen:
- lactosa
- fructosa
- fructanos
- carbohidratos similares
Los alimentos que contienen FODMAPS incluyen:
- cebollas
- ajo
- repollo
- brócoli
- coliflor
- ciruelas
- melocotones
- manzanas
- peras
- productos lácteos
- jarabe de maíz con alta fructuosa
- concentrado de jugo de fruta
- mentas sin azúcar
Si el SII interfiere con la actividad diaria normal, la eliminación de estos alimentos puede ofrecer un alivio a largo plazo. Es importante llevar una dieta equilibrada, así que hable con un dietista antes de realizar cambios importantes en su dieta.
Una dieta para el síndrome del intestino irritable puede parecer restrictiva, pero muchos alimentos son seguros para comer. Estos incluyen frutas con menos fructosa como plátanos, melón y uvas. Otras opciones seguras incluyen:
- Espinacas
- zanahorias
- calabacín
- quinua
- avena
- azúcar
- miel de maple
Prueba medicamentos
Si sus síntomas no mejoran después de realizar cambios en la dieta, los medicamentos recetados y de venta libre pueden ayudar a controlar sus síntomas. Un suplemento de fibra puede aliviar el estreñimiento crónico. Su médico también puede sugerirle un laxante.
Manejar un ataque de IBS puede ser un desafío por la noche y en el trabajo. Si tiene SII con diarrea, tomar periódicamente un medicamento antidiarreico de venta libre puede controlar los síntomas. Su médico puede recetarle un aglutinante de ácidos biliares para promover las deposiciones sólidas.
También puede hablar con su médico sobre los medicamentos para tratar el dolor asociado con el SII. Las opciones incluyen pregabalina (Lyrica) o gabapentina (Neurontin). Dado que la ansiedad y la depresión pueden empeorar los síntomas del SII, su médico también puede recomendar un antidepresivo.
Los medicamentos aprobados específicamente para el tratamiento del SII incluyen:
- alosetrón (Lotronex)
- eluxadoline (Viberzi)
- rifaximina (Xifaxan)
- lubiprostona (Amitiza)
- linaclotida (Linzess)
Cómo prevenir un ataque
Comprender cómo prevenir un ataque de IBS puede ayudarlo a sobrellevar esta afección. A continuación, se ofrecen algunos consejos para reducir la frecuencia de un ataque:
- Incrementa la actividad física para regular las contracciones intestinales y aliviar el estreñimiento. Haga ejercicio durante al menos 30 minutos tres días a la semana.
- Coma a la misma hora todos los días para ayudar a regular la función intestinal.
- Lleve un diario de alimentos para identificar los alimentos desencadenantes.
- Aumente lentamente la ingesta de fibra para aliviar el estreñimiento. Demasiada fibra puede causar diarrea.
- Prueba los probióticos. El aumento de las bacterias buenas en su tracto digestivo puede aliviar los síntomas del SII. Tome probióticos como suplemento o coma yogur que contenga probióticos.
- Beba té de menta o tome suplementos de menta para aliviar los espasmos intestinales.
- Aprenda a manejar el estrés. Practique yoga, meditación o atención plena, o busque actividades agradables para minimizar el estrés y la ansiedad.
- Experimente con la acupuntura. Esta terapia alternativa podría aliviar los síntomas del SII.
- Consulte a un hipnoterapeuta y aprenda formas de relajar los músculos abdominales. Esto puede reducir los síntomas de un ataque de IBS.
- Cambie su patrón de pensamiento con la terapia cognitivo-conductual. Esta técnica le enseña cómo reemplazar los patrones de pensamiento negativos por positivos. Los ensayos clínicos han encontrado que esta técnica puede proporcionar "una mejora significativa y duradera de los síntomas del SII".
La línea de fondo
Los síntomas del SII pueden afectar su calidad de vida y evitar que haga las cosas que ama. Pero el alivio está disponible.
Hable con su médico o gastroenterólogo si no puede controlar sus síntomas con cambios en la dieta. Es posible que necesite medicamentos para tratar sus síntomas.
También es importante consultar a su médico si experimenta otros síntomas como pérdida de peso, sangrado rectal o dificultad para tragar. Estos síntomas podrían indicar una afección más grave.