Si alguna vez has visto la película de terror con un muñeco llamado Chucky, probablemente nunca volviste a mirar un muñeco de la misma manera. Si bien las muñecas pueden resultar espeluznantes para quienes ven películas de terror como esta, a la mayoría de las personas no les preocupa que una muñeca realmente las lastime.
Sin embargo, algunas personas tienen un miedo intenso e irracional a las muñecas. Este miedo, llamado pediofobia, puede ser provocado por la cultura popular, las películas de terror u otro evento traumático, incluso vagamente relacionado con las muñecas.
La pediofobia es un tipo de fobia conocida como fobia específica, un miedo irracional a algo que no representa una amenaza real. Las fobias específicas afectan a más del 9 por ciento de los adultos en los Estados Unidos. Pensar en una muñeca o verla puede causar síntomas de ansiedad graves a una persona con pediofobia, incluso si sabe que el miedo es irracional.
Las fobias son un tipo de trastorno de ansiedad. Para las personas con pediofobia, ver muñecas o pensar en ellas puede causarles una ansiedad tan intensa que pueden congelarse de miedo.
Las fobias específicas como la pediofobia pueden ser implacables y aterradoras, pero también son muy tratables. Los profesionales de la salud mental se toman las fobias en serio y pueden ofrecer asesoramiento y recetar medicamentos para ayudar a tratar la fobia.
¿Cuáles son los síntomas de la pediofobia?
Para las personas con pediofobia, ver o pensar en muñecas puede causar los siguientes síntomas:
- sentimientos de miedo intenso
- respiración dificultosa
- dolor u opresión en el pecho
- latidos cardíacos acelerados
- transpiración
- temblando o temblando
- ataques de pánico
- angustia
- gritando
- tratando de huir
- náusea
- aturdimiento
Los niños pueden llorar, aferrarse a sus padres o tener rabietas.
El miedo experimentado no guarda proporción con el peligro real que representa el objeto (muñecos). Si la fobia se vuelve severa, una persona con pediofobia puede incluso reorganizar toda su vida solo para evitar las muñecas.
¿Cómo se trata la pediofobia?
Hay varios métodos de tratamiento disponibles para la pediofobia, como diferentes tipos de terapia y, en algunos casos, medicamentos recetados.
Terapia de exposición
El método de tratamiento más común para las fobias se llama terapia de exposición o desensibilización sistemática. Esta terapia consiste en exponer muy gradualmente a una persona con pediofobia a las muñecas. También se le enseñan varias técnicas para lidiar con la ansiedad, como ejercicios de respiración y relajación.
La terapia de exposición suele comenzar poco a poco. Mientras su terapeuta esté presente, puede ver una fotografía de una muñeca y practicar técnicas de relajación. Más tarde, con su terapeuta presente, puede ver un video corto sobre muñecas, trabajando nuevamente en la respiración y la relajación. Eventualmente, es posible que esté en la misma habitación con su terapeuta con una muñeca real mientras realiza sus ejercicios de relajación.
Los profesionales de la salud mental también pueden usar estos otros tipos de terapia para ayudarlo a cambiar su miedo irracional en una visión más lógica de las muñecas:
- terapia de conducta cognitiva
- hipnosis
- terapia familiar
- terapia virtual, donde un paciente puede interactuar con muñecas usando una computadora
Medicamento
Aunque no existen medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento específico de las fobias, algunos médicos pueden recetar medicamentos ansiolíticos o antidepresivos para ayudar con los síntomas. Algunos ejemplos de medicamentos que se pueden recetar incluyen:
- benzodiazepinas como alprazolam (Xanax), clonazepam (Klonopin) y diazepam (Valium)
- buspirona
- bloqueadores beta
- inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como escitalopram (Lexapro) y fluoxetina (Prozac)
- inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) como isocarboxazid (Marplan) y fenelzina (Nardil)
Dado que las benzodiazepinas pueden crear hábito, solo deben usarse durante un período corto de tiempo. Asegúrese de seguir de cerca las instrucciones de su médico cuando tome cualquier medicamento para la ansiedad.
¿Qué causa la pediofobia?
Aún no se comprende la causa subyacente exacta de la pediofobia. La pediofobia puede desencadenarse por un evento traumático, como ver una película de terror con muñecas o un incidente que está conectado de forma remota a las muñecas.
Quizás un hermano mayor te contó sobre muñecas que cobraron vida en medio de la noche.
Las fobias específicas pueden ser hereditarias, lo que significa que es posible que tengan un componente genético. Sin embargo, también puede significar que esos miedos se pueden aprender al ver a los padres u otros miembros de la familia tener miedo o evitar cosas como muñecas.
Estos tipos de fobias tienden a ser más comunes en las mujeres. También hay una mayor frecuencia de personas que desarrollan fobias después de sufrir una lesión cerebral traumática (LCT).
¿Cómo se diagnostica la pediofobia?
Para diagnosticar la pedofobia, un médico o un profesional de la salud mental deberá realizar una entrevista clínica. Es probable que sigan las pautas de diagnóstico publicadas por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, conocidas como Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
El médico le hará varias preguntas sobre sus síntomas e historial médico o le pedirá que complete cuestionarios.
Es posible que su médico también desee descartar otras afecciones médicas subyacentes que puedan estar relacionadas con el desarrollo de una fobia, como esquizofrenia, trastornos de pánico, trastorno obsesivo compulsivo o trastornos de la personalidad.
Outlook ¿Cuál es la perspectiva para las personas con pediofobia?
El pronóstico es muy bueno para las personas con pediofobia que buscan asesoramiento para su fobia. Para mejorar la perspectiva, una persona con pediofobia debe estar completamente comprometida con su plan de tratamiento.
Si su miedo a las muñecas afecta negativamente su funcionamiento diario, programe una cita con su médico o profesional de la salud mental. La mayoría de las personas pueden recibir ayuda con tratamientos, como terapias o medicamentos.