Tener una buena vida sexual es importante, incluso si estás enfermo. De hecho, sentir una fuerte conexión sexual con alguien es una excelente manera de mejorar su salud en general.
Después de recibir un diagnóstico de hepatitis C, es posible que se pregunte cómo afectará el tratamiento a sus relaciones más cercanas. Puede haber momentos de duda o falta de confianza en uno mismo, pero es completamente posible tener una vida sexual saludable durante el tratamiento contra la hepatitis C. Esto es lo que necesita saber y algunos consejos que lo guiarán.
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Habla con tu pareja antes de comenzar el tratamiento. Si tiene una relación a largo plazo, probablemente tenga una idea de cómo manejan los temas de conversación delicados. Planificar cómo hablará sobre los posibles efectos secundarios del tratamiento y cómo podría cambiar su vida sexual puede abrir la puerta a la comprensión.
Mi pareja sabía de mi hepatitis C porque lo solté en la cama en nuestra primera noche juntos. Después de eso, hablamos sobre cómo se transmitió el virus y nuestra confianza mutua comenzó a florecer. Pronto, fue fácil hablar sobre nuestro deseo mutuo de crecer como pareja mientras recibía tratamiento para la hepatitis C.
Vida de soltero
Cuando recién esté comenzando una nueva relación, primero sientalo. Pregúntele a su posible pareja sexual cómo manejan los temas delicados. Por ejemplo, puede preguntarles si hay algo de lo que tengan dificultades para hablar o si alguna vez hicieron algo de lo que se arrepintieron.
Esto podría permitirle tener una idea de cómo se sienten al hablar de momentos íntimos con alguien que tiene un diagnóstico de salud. Te sentirás más seguro al tomar la decisión de mencionarlo.
Si son empáticos y cariñosos, probablemente hablará sobre el virus con facilidad. De lo contrario, está bien esperar y poner sus propias necesidades primero hasta que termine el tratamiento.
Conserva tu fuerza
Hay muchas formas de compartir la energía sexual y aún así conservar tu fuerza. Durante las pocas semanas que esté en tratamiento, cuídese físicamente. Aproveche este tiempo para descubrir formas nuevas y significativas de darse placer el uno al otro.
¿Has considerado que un masaje o una masturbación mutua pueden ser tan satisfactorios como un enérgico jugueteo? Quizás puedas explorar la idea del sexo tántrico, que preserva la energía al explorar el deseo del otro, sin presionar por un final climático.
Ayudar a sí mismo
La masturbación puede ser un estímulo relajante para su estado de ánimo. Enviar señales de placer entre su cuerpo y su cerebro puede crear una sensación de vitalidad.
Si está cansado después de un día de trabajo mientras está en tratamiento contra la hepatitis C, el placer personal puede ser una excelente manera de quedarse dormido. Pídale a su pareja que se una a usted para la masturbación mutua e imagine la libertad de encontrar nuevas formas de explorar los lados físico y emocional de su relación.
Ansiedad por el desempeño
Si bien es posible que aún desee estar cerca de su pareja sexualmente, es posible que no todo funcione en el momento justo. Tómese un descanso hasta que termine el tratamiento. Mientras toma medicamentos, puede ser difícil ponerse de humor. Sea honesto acerca de lo que está pasando e invite a su pareja a probar algo nuevo.
Si está preocupado por el rendimiento durante el tratamiento, intente tomar las cosas un poco más despacio y relajarse juntos disfrutando del sexo oral por puro placer. Una vez que haya terminado con el tratamiento y la fatiga se desvanezca en el pasado, habrá aprendido nuevas formas de comunicar su deseo sexual.
Comodidad
Considere agregar algo de variedad a su vida sexual mientras esté en tratamiento manteniendo una canasta o caja de artículos de placer cerca. Por ejemplo, las ayudas sexuales pueden mejorar el placer y pueden agregar una atmósfera lúdica al mismo tiempo. Los lubricantes pueden ayudar con la comodidad, permitir una mayor exploración y son útiles si está usando condones u otros métodos de barrera para reducir el riesgo de transmitir una ITS.
Estar en contacto
Durante el tratamiento, a veces sentí el deseo de un toque humano y anhelaba que me abrazaran. Los bajos niveles de energía significaban que a veces los abrazos eran suficientes para mí. En ocasiones, estaba en el extremo receptor del sexo, sin poner mucho esfuerzo en ello.
Sin embargo, en otras ocasiones, era yo quien iniciaba el sexo cuando me sentía renovado. Manténgase en contacto con sus niveles de energía. Es posible que se sienta más animado a primera hora de la mañana o después de una breve siesta.
La comida para llevar
Si le preocupa tener una vida sexual saludable durante el tratamiento, recuerde que hay muchas formas de mantenerse físicamente cerca. Con una comunicación honesta y el deseo de divertirse juntos, es posible que recuerde el tratamiento como un momento de crecimiento sexual.
Tenga en cuenta que los beneficios del sexo son más que físicos. Puede disfrutar de los beneficios psicológicos y emocionales de una vida sexual saludable antes, durante y especialmente después del tratamiento.
Karen Hoyt es una defensora de pacientes con enfermedades hepáticas que camina rápido y hace batidos. Vive en el río Arkansas en Oklahoma y comparte su aliento en su blog.