La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune que afecta las articulaciones. En las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunológico puede atacar el tejido sano del cuerpo por razones desconocidas.
Con la AR, el sistema inmunológico ataca el revestimiento de las articulaciones, lo que hace que las articulaciones se inflamen, se hinchen y duelan. Sin embargo, la AR es sistémica, lo que significa que puede afectar otras áreas del cuerpo además de las articulaciones.
Según la Arthritis Foundation, alrededor de 1,5 millones de estadounidenses tienen AR y tres veces más mujeres que hombres se ven afectados por la enfermedad.
Escuche las pistas de su cuerpo para detectar síntomas de AR.
Edad de inicio para mujeres con artritis reumatoide
A menudo se piensa que la AR es una condición relacionada con la vejez, pero este no es el caso.
Según la Arthritis Foundation, el inicio promedio de la AR es entre las edades de 30 y 60 años, y los niños también pueden contraerla.
Las mujeres tienden a ser diagnosticadas un poco antes que los hombres, posiblemente debido a cambios hormonales a mediados de los 30 y luego nuevamente después de mediados de los 40.
La AR es una afección crónica que puede progresar con el tiempo con períodos de mayor actividad de la enfermedad, llamados brotes y períodos de remisión.
Los síntomas de la AR varían de persona a persona según la gravedad de su afección.
El papel de las hormonas en la AR
No solo las mujeres contraen AR más que los hombres, sino que también tienden a experimentar síntomas a una edad más temprana que pueden ser más graves.
La remisión en las primeras etapas de la enfermedad, donde los síntomas no ocurren, también tiende a ser menos prevalente en las mujeres. Los investigadores han estado tratando de averiguar por qué.
Las hormonas reproductivas estrógeno y progesterona parecen tener potencialmente un efecto protector contra los síntomas de la AR.
Los niveles de varias hormonas en el cuerpo cambian a lo largo de la vida de una mujer. Los factores que pueden afectar estos niveles incluyen:
- el embarazo
- posparto
- amamantamiento
- menopausia
- afecciones como la endometriosis y el síndrome de ovario poliquístico (SOP)
- medicamentos hormonales
- anticonceptivos, incluidos los orales y los DIU
- hormonas tomadas después de la menopausia
Las hormonas utilizadas en el tratamiento de fertilización in vitro (FIV) también podrían ser un desencadenante.
Un estudio más antiguo en un pequeño grupo de mujeres de mediana edad con AR encontró que reportaron menos síntomas articulares durante la post-ovulación en sus ciclos menstruales y también durante el embarazo. Aquí es cuando los niveles de estrógeno y progesterona son más altos.
Los expertos médicos tienden a estar de acuerdo en que el efecto de las hormonas sexuales combinado con factores ambientales y genéticos podría explicar la mayor prevalencia de mujeres diagnosticadas con AR.
La investigación continúa buscando más respuestas.
Diagnósticos de artritis
Como se mencionó, la AR no es solo una enfermedad de las personas mayores.
Según los CDC, los diagnósticos en los Estados Unidos de todos los tipos de artritis de 2013 a 2015 son los siguientes:
Durante los mismos años, el 26 por ciento de las mujeres y el 19,1 por ciento de los hombres han informado alguna vez de un diagnóstico de artritis, de la cual la AR es un subconjunto.
La prevalencia de la enfermedad aumenta con la edad, acercándose al 5 por ciento en mujeres mayores de 55 años.
Síntomas no articulares
Los primeros síntomas generales no articulares de la AR incluyen:
- fatiga
- fiebre baja
- pérdida de apetito
- pérdida de peso involuntaria
Estos signos pueden preceder a los síntomas articulares dolorosos comúnmente asociados con la AR.
Los episodios recurrentes de fatiga junto con una sensación general de malestar pueden ocurrir semanas o meses antes de otros síntomas.
A medida que avanza la enfermedad, estos síntomas pueden acompañar a los síntomas relacionados con las articulaciones durante un brote.
Síntomas articulares
Rigidez
La rigidez matutina de las articulaciones es un fuerte indicio de AR.
La rigidez de las articulaciones suele durar entre 1 y 2 horas y, a veces, más. También puede ocurrir después de períodos prolongados de descanso o inactividad, como tomar una siesta o mirar televisión.
La rigidez y la disminución del rango de movimiento pueden eventualmente dificultar las tareas diarias simples, como abrocharse una camisa o abrir un frasco.
Inflamación y dolor de las articulaciones
Cuando la enfermedad está activa, las articulaciones afectadas se enrojecen, se hinchan, duelen y se sienten calientes al tacto.
En las primeras etapas de la AR, las articulaciones más pequeñas de las manos, muñecas y pies tienden a verse afectadas primero. Con el tiempo, las articulaciones más grandes de las rodillas, los hombros, las caderas y los codos pueden verse afectadas.
Lo que diferencia a la AR de otros tipos de artritis es que los síntomas de la AR atacan simétricamente. Esto significa que si su muñeca izquierda está inflamada, es probable que su muñeca derecha también lo esté.
Nódulos reumatoides
Según el Centro de Artritis Johns Hopkins, del 20 al 30 por ciento de las personas con AR desarrollan nódulos reumatoides, masas firmes de tejido que crecen debajo de la piel en los puntos de presión ósea.
Los nódulos reumatoides se encuentran con mayor frecuencia en los codos, pero se pueden encontrar en otras áreas del cuerpo, como en los dedos, sobre la columna o en los talones. Por lo general, son indoloros y pueden aparecer solos o en grupos.
Deformidad
La inflamación crónica causada por la AR a largo plazo puede causar daño a los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos.
En etapas avanzadas, la AR puede provocar una extensa erosión ósea y deformidad articular. Un signo revelador de AR severa es la torcedura de los dedos de las manos y los pies doblados en ángulos antinaturales.
Las manos severamente desfiguradas pueden afectar las habilidades motoras finas y hacer que realizar las tareas diarias sea un desafío. La deformidad también puede afectar muñecas, codos, rodillas y tobillos.
Síntomas en todo el cuerpo.
En casos graves de AR, la inflamación persistente puede afectar otras áreas del cuerpo, como los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
La inflamación prolongada puede causar:
- ojos y boca secos graves (síndrome de Sjögren)
- inflamación reumatoide del revestimiento del pulmón (pleuresía)
- inflamación de la membrana que recubre el corazón (pericarditis)
- reducción del número de glóbulos rojos sanos (anemia)
- una inflamación de los vasos sanguíneos muy rara pero grave que puede limitar el suministro de sangre a los tejidos y provocar la muerte del tejido (vasculitis)
Quitar
La AR en las mujeres no es una enfermedad infrecuente y una mayor prevalencia parece estar relacionada con factores hormonales, genéticos y ambientales, aunque la comprensión continúa evolucionando.
También se están investigando otros factores relacionados con el sexo, como la gravedad del dolor y el retraso en el diagnóstico en las mujeres.
Si tiene algún síntoma de AR, especialmente si es mujer, hable con su médico.
Pueden derivarlo a un reumatólogo, un médico que se especializa en enfermedades que afectan las articulaciones, los tejidos conectivos y una variedad de enfermedades autoinmunes.